Protección de víctimas

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Hanna estaba saliendo de su habitación con lo que parecía ser un vestido de una maid, ella estaba haciendo varios de los queaseres del hogar mientras que sus hermanos estaban en la escuela, cosa la cual no le molesta demasiado ya que tenía bastante tiempo libre, aunque le gustaría hacer otra cosa a parte de hacer los trabajos de limpieza y hacer pocos mandados.

¿Que más puedo hacer? –pensó la chica pelicastaña mientras terminaba lo último que debía hacer en ese día.

La pelicastaña se sienta en el sillón pensando en que hacer, la comida ya estaba lista, el quehacer estaba hecho, su juego favorito en su celular estaba en mantenimiento, las películas más esperadas de ese año ya las vio, y los mangas de Kobayashi-san ya se los leyó hasta que se publicará más, lo único que podía hacer sería dormir todo el día. Ese fue su pensamiento hasta que de la nada, alguien tocó la puerta.

Hanna se levantó del sillón y miro con confusión la puerta decidiendo ir a ver quien estaba tocando, pero para cuando miro por la perilla de la misma no vio a nadie, cosa la cual la confundió bastante, por lo que está se estira un poco inclinado su cabeza hacia atrás pero sintiendo que algo se golpeó.

Ella se sostuvo la cabeza con algo de dolor y se volteo para ver con que se golpeó, pero no vio nada, eso la extraño bastante, pero antes de que pueda cuestionarse más, el timbre de la puerta vuelve a sonar, cosa la cual la confunde otra vez pero decide abrir de todos modos, encontrándose con alguien.

–¿Señor Kumari? –dijo Hanna muy sorprendida.

–¿Cómo supiste de mi apellido indio? –le pregunto Kail muy confundido.

–Su amigo García –le respondió Hanna con una sonrisa –Pero en fin, ¿Que es lo que le trae por aquí? –le pregunto Hanna con interés.

–A lo que vine, si, bueno, tengo que llevarte conmigo –le respondió Kail.

–¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Mis hermanos hicieron algo malo? –le pregunto Hanna muy preocupada y asustada.

–No, es por protección –le respondió Kail.

–¿Protección?, ¿Protegernos de que está vez?, Que yo recuerde la mafia Ghost fue eliminada –le comento Hanna con algo de confusión.

–Me temo que eso no es algo muy seguro, es por eso que debemos marcharnos, en estos momentos mis compañeros buscan a tus hermanos y al resto de los involucrados en el caso –le explico Kail.

–Permitame un minuto en todo caso permítame un minuto –le pidió Hanna.

Kail con confusión acepto y la chica rápidamente se fue a su habitación, por lo que el policía entra al apartamento cerrando la puerta detrás de él. Una vez dentro, Kail empezó a ojear detenidamente, pero prestando atención especialmente al que parecía haber bastantes libros, sin embargo, había algunos que ocupaban mayor parte del espacio en el librero y eran de la misma cosa, por lo que Kail con curiosidad decide tomar uno de los supuestos libros dándose cuenta de algo.

–Ah, estos son mangas –comento Kail para acto seguido ojear el manga un poco –¿Una sirvienta?, Entonces ya veo porque está vestida así esa chica –concluyo Kail cerrando el manga y regresando lo a su lugar.

Kail se apartó del librero y observo el apartamento viendo un sillón en el que se sienta y observa la apagada televisión que había, observando la cristalina pantalla la cual reflejaba su reflejo el cual Kail observa con detenimiento, sin embargo, el policía observa por el reflejo una silueta que pasó detrás suyo, por lo que Kail se levanta rápidamente y saca su arma para defenderse del intruso, sin embargo, este no encontró nada, cosa la cual confundió bastante al policía.

–Señor Kail, estoy lista –le aviso Hanna detrás del policía quien rápidamente guarda su arma y se gira en dirección a la chica con orejas de lobo.

Hanna en estos momentos vestía una camisa negra con espectros rojos, una minifalda de color rojo, unas botas de color café, y por último, una gorra de color blanco para cubrir su orejas de lobo.

–Bien, ven conmigo, rápido –le pidió Kail a lo que la joven asiente.

Kail y Hanna se dirigieron hacia la puerta para poder salir del apartamento, sin embargo, Kail al intentar hacer girar la perilla de la misma está no se movió, cosa la cual confunde al policía quien intento un par de veces más.

–¿Pasa algo? –le preguntó Hanna.

–Nada, es que la puerta no se abre –le respondió Kail intentando abrir la puerta otra vez.

–¿Me permite? –le pidió Hanna a lo que Kail asiente sin objeción alguna.

Kail de inmediato se hizo a un lado para que Hanna intentará abrir la puerta con su llave, acción la cual el policía observa sin mucho interés.

Mientras tanto en la cocina, en los cajones donde estaban los cubiertos y las cucharas grandes, pero la verdadera atención se centraría en la Tacoma en dónde se guardaban los cuchillos de cocina, y el cuchillo más grande misterioso sale de su lugar y se dirige hacia el policía y la adolescente quienes tenían su atención en la puerta.

El cuchillo estaba por cruzar hacia la otra habitación para dirigirse hacia el policía primero, sin embargo, Hanna consigue abrir la puerta antes de que el cuchillo consiguiera llegar, por lo que ambos procedieron a salir, pero el cuchillo flotante es lanzado en dirección a la cara de Kail. Sin embargo, el policía miro de reojo detrás suyo viendo el cuchillo, por lo que este toma a Hanna y se agacha junto a ella esquivando el cuchillo y haciendo que este se clave en la pared que al segundo el utensilio de cocina cayó al suelo.

Kail y Hanna miraron asombrados el interior del apartamento con el fin de ver quién lanzo el cuchillo, pero no vieron nada.

El policía se quedó a observar unos momentos más hasta que otro cuchillo sale flotando de la cocine dirigiendose hacia el policía con el fin de apuñalarlo, cosa la cual sorprendió el policía tanto que casi no alcanza a reaccionar para detener el cuchillo.

Kail no le tomo casi nada de esfuerzo para detener el cuchillo, pero lo extraño es que estaba deteniendolo de tal forma de que estuviese sosteniendo la muñeca de alguien, y lo curioso es que Kail estaba sosteniendo la nada y sentía que estaba deteniendo un brazo normal.

Kail confundido prepara su mano libre alzandola y golpeando a lo que parecía ser la cabeza de alguien, escuchando el sonido de alguien cayendo al suelo.

Kail y Hanna se miraron sumamente confundidos por lo que acaba de pasar, pero sus dudas se responderían ya que del suelo se dejaría ver a un hombre de tez morena junto con cabellera negra que le llegaba hasta los hombros, vestía un pantalón café, una camisa negra con capucha del mismo color, unos zapatos de color azul marino.

–¿Lo conoces? –le pregunto Kail a Hanna quien niega con la cabeza –En todo caso, traeme algo con que atarlo, que las esposas las dejé en la patrulla –le pidió Kail nuevamente a lo que Hanna hace caso y regresa a su apartamento para encontrar una soga.

CONTINUARÁ…

Titan hero: GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora