Titan hero: Ghost

Capitulo 5: La corporación Omega.

En las instalaciones de la corporación Omega en las nevadas montañas de Nebraska, un vehículo aéreo en extremo grande estaba pasando por lo que parecía ser una compuerta oculta que se abrió para que dicho vehículo pudiera entrar.

Una vez que entro, fue recibido por varios guardias y paramédicos que asistieron al lugar.

Con ello hecho, la puerta de la nave se abriría, revelando a muchas personas heridas que bajan de la nave con algo de dificultad, cosa la cual fue percatada por lo paramédicos quienes recibieron a los heridos junto con los guardias.

Una vez que todos los civiles bajaron, unas personas estaban bajando de la nave, por lo que un hombre entre la multitud estaría dirigiendose hacia aquel grupo que todavía no había bajado.

–Veo, que no fue fácil la misión –comento el hombre con algo de melancolía.

–No señor, algunos murieron durante el viaje –le respondió el que parecía ser el líder del grupo.

–¿Y dónde están sus cuerpos? –le pregunto el hombre en extremo intrigado.

Tras esto, dos del grupo se giran hacia el miembro femenino del equipo quien solo se saca un guante y le revela una estela de humo que salía entre sus dedos.

–Ya entiendo –dijo el hombre –En todo caso, descansen equipo –les ordenó el hombre haciendo que el trío se despida con un saludo militar –Saben muy bien que no es necesario eso, Jeremy, Trina y Pat –les comento el hombre.

–Es necesario para alguien con el mayor rango en esta corporación, Alex –le confesó Trina.

–Si, si, solo que es un poco incómodo viniendo de amigos –les comento Alex.

–Esta bien, y si nos disculpas, tenemos otras cosas de las que ocuparnos –le comento Trina seriamente mientras se iba del lugar.

–Lo mismo digo señor –le correspondió Pat mientras se iba.

–Avíseme si hay algún trabajo de lo que nos debíamos de encargar –le aviso Jeremy mientras se iba como los demás.

Alex simplemente se encoge de hombros y se va hacia donde estaban las personas que el equipo trajo.

Tras esto, el grupo se separó y se fue a por su propia cuenta a hacer algunas cosas que dejaron pendientes, ese es el caso de Trina, ella estaba dirigiendose a la habitación del equipo en dónde no encontró a nadie más que a ella, por lo que está no se limita y va hacia un altar que estaba en medio de la habitación. El altar estaba adornado con algunos objetos como varias balas de varios calibres los cuales estaban ordenados de menos a mayor calibre de izquierda a derecha, algunos collares hechos con algunos dientes de animales, y por último, en medio de todas estas cosas estaba la fotografía de un hombre que estaba por pasar a la tercera edad, tenía un cabello canoso pero con unos mechones de color negro, unos ojos color azul marino, tez blanca, vestía una ropa de caza de color café y junto con el estaba un rifle francotirador y un cuchillo de caza

Trina una vez que llegó al altar de inmediato saco un cigarrillo el cual estaba algo arrugado, cosa la cual no importo demasiado, por lo que está toma un encendedor que sacó de su bolsillo y lo prendió para acto seguido ponerlo en frente de la foto.

–Muy pronto padre… –le murmuró Trina con tristeza una vez que se arrodilló en frente del altar.

Mientras tanto con Pat, el fue hacia dónde estaban algunos de los operadores de la base, ahí es donde uno de ellos miro de reojo a Pat y lo reconoció al instante.

–Ah, Pat, no sabía que ibas a venir –le comento un hombre castaño ojiavellana con bastante sorpresa.

–Ha pasado solo 5 días desde que vine aquí, Porfirio –le respondió Pat de forma indiferente.