BREAK // JINSOO

B

BREAK.

El viento golpeaba suavemente sobre su rostro, frio pero suave, ocasionando qué sus cabellos delgados se movieran a en dirección contraria.

La mujer de cabellos negros disfrutaba de la noche estrellada, pero oscura. Sostenía una sonrisa divertida en su rostro, posiblemente no se encontraba en sus cabales, sin embargo, había tenido una noche espectacular. Drogas, alcohol, sexo, chicos atractivos por cualquier lugar. ¿Qué más podía pedir, Kim?.

Miró hacia las estrellas, no era tan claras como le gustaría que fueran, a su alrededor se encontraban edificios grandes iluminados y resplandecientes.

A diferencia de ella, Jennie, su mejor amiga, no se encontraba tan pasada de copas. La menor se encargaba de sostener el volante en sus manos, evitando un grave y trágico accidente. Sin embargo, le preocupaba su amiga, como puede estar ella tan feliz, con poco de alcohol ya en su organismo, pues minutos antes le había comprado un poco de agua, esperando a que el alcohol de la cerveza regresará un poco de los cabales de la mayor. La cuidaba como si de su mamá se tratase.

—Jisoo, ¿ya pensante en que le vas a decir a Seok-Jin?. —cuestionó la pelinegra.

La nombrada simplemente suspiró, —No lo sé, y no me interesa, Jennie. Dejemos lo, ese idiota se merece que lo deje. —espetó sin culpabilidad alguna.

No sentía resentimiento alguno, a su parecer, él simplemente era un estúpido, idiota e hijo de perra –quizás–.

—Tienen que hablar, no pueden tener una relación tan disfuncional. —comentó una vez más, Jennie.

La mayor bufó, encendiendo la radio, donde comenzó a sonar 'Meddle About' de Chase Atlantic. Sintiendo la vibra de la música.

Relamió sus labios, preparándose para hablar;—No se, Kim, entiende que simplemente no es fácil hablar con él. ¡¿A quien carajos se le ocurre engañar a su pareja en su propia casa?!, ¡Yo pago ese puto apartamento!, Soy una mujer independiente, y ese estúpido no me respeta.

Bufó con molestia, recargando su cabeza con brusquedad sobre el asiento, dejándose caer en él, mientras la música subía de volumen. Aunque, fuera una canción extremadamente buena, Jennie bajo el volumen unos cuantos números, con la intensión de hablar con la pelinegra.

—Entiende que no es fácil para los dos, Jisoo, sabes que tu lo amas, aunque sea muy en el fondo de tu corazón.

La nombrada rodó los ojos, sintiendo un poco de importancia en su interior, ¿por qué nadie le decía lo estúpidas qué eran sus palabras?, no tenían el valor para hacerlo, vamos, es la única amiga en la que puede confiar. No la puede usar como terapeuta o psicóloga, pero al menos puede contarle un poco de sus problemas sin meterla a ella, con moderación. Las demás conocidas qué se hacían llamar sus amigas, son simplemente hipócritas a su parecer, que no hacen nada más que hablar a sus espalda y criticar hasta lo que no deben.

—Para ti es fácil decirlo, yo lo amé, sí, en su debido momento, pero... —se reacomodó en el asiento, aprovechando que estaban pasando por un semáforo en rojo. Jennie la miró, mientras la mayor tragaba saliva para sus palabras. —Jennie, ¿él de verdad me amó?, dime, ¿me amó tanto como yo lo hice con él?.

Jennie se quedó callada.

—Bueno, por algo está en una relación contigo, ¿no?. Digo, en cualquier momento los dos debieron de sentir algo el uno por el otro, no pueden tener sexo simplemente porque sí. —se encogió de hombros, cruzando por el semáforo qué había cambiado de color al verde.