Return

Prólogo

El señor oscuro inspeccionó su cuerpo de arriba a abajo; si tuviera que describirse, sólo habría una palabra, horrible.

Maldiciendo mentalmente a colagusano, decidió dejar el cementerio, no sin antes limpiar los restos de la magia que había quedado luego del pequeño duelo con el chico Potter.

Echando un último vistazo al lugar se apareció en la mansión Riddle, a las afueras del mugroso pueblo muggle. Detrás de él, estaban todos los mortífagos que lo habían seguido desde el cementerio.

Ingresó a la casa de su padre, la cuál estaba con muy pocas luces prendidas, y se encontró con una escena que nunca esperó encontrar. 

Decidido a saber que estaba pasando, se mantuvo en las sombras y sus mortifagos ante la mirada mortífera que les dio, también lo hicieron.

-Madre, las protecciones cambiaron- Dijo un joven de unos 23 años, si las cuentas de Tom no estaban mal, el mayor de los cinco hijos que tenía, ingresando a la sala, donde una mujer de unos 60 años, ojos fríos y reservados se encontraba limpiando lo que parecía ¿Sangre?

-¡Qué!- Dijo la señora con asombro y miedo en su voz, lo que provocó que Tom se quedase en su lugar- Eso solo significa que tu padre- Dijo el título como un insulto lo que hizo interesar más al señor oscuro- Regresó Terry, debemos limpiar todo antes de que venga, no puede saber nada de nada, avisale a Melanie- Dijo la mujer comenzando a moverse muy nerviosa. 

Melanie era dos años más pequeña que Terry, debía tener 21 años aproximadamente, pensó Tom con nostalgia, estaba ansioso de ver a su princesa, pues era la única niña, los otros cuatro eran todos niños.

-¡Madre!, el Freak volvió a vomitar en el suelo- una niña con pelo castaño tirando a rubio, apareció en la visión de todos los espías, su ceño fruncido, su ira y asco se notaba a leguas. 

-Ya me va a escuchar esa maldita puta- Dijo la señora con odio y apretando tanto los puños como sus dientes- ¿Dónde están los gemelos?- Le preguntó a Terry con una mirada mortífera, una mirada que Tom jamás le había visto a su pareja, el chico, que ahora estaba limpiando la sangre en el suelo y parte de los sillones, solo frunció los hombros como respuesta. 

La mujer caminó dando pisotones hacia la escalera y desapareció por ella. 

¿Gemelos?- pensó Tom, pues solo recordaba tener de hijos un solo par de gemelos. 

La puerta de entrada a la casa se abrió, provocando que los espías se tensaran, dos jóvenes de unos 13 años ingresaron silenciosamente  sin querer hacer el mínimo ruido, en sus manos tenían lo que a la vista de su desconocido padre eran, vendas, pociones y ungüentos para las heridas........¿Qué carajo había pasado en su casa, con su familia, en los últimos 13 años?.  

Los gemelos se acercaron suavemente a la puerta que separaba el vestíbulo de la sala y espiaron, cuando escucharon pasos se corrieron hacia las sombras chocando con varios cuerpos, lo que provocó que todos se tensaran; los niños giraron levemente la cabeza y miraron los ojos de los mortifagos que había, estuvieron a punto de gritar, de no ser porque Tom les tapó la boca desde atrás y los giró para que lo vieran, los niños tardaron en reconocerlo, pero cuando lo hicieron una sonrisa radiante salió de sus bocas. 

-¿Tú eres nuestro padre?- Preguntó uno de los gemelos en un susurro casi silencioso.

-Eso supongo- Dijo con duda y con molestia por no saber quienes eran sus hijos, se parecían bastante a él asique mucha duda no quedaba, recordaba que su mujer había quedado embarazada, sin embargo esperaban un niño, no dos- Ahora niños, díganme qué está pasando, ¿Dónde están los otros?- Les dijo y les preguntó en un susurro. 

-Tyler está muerto papá- dijo el otro niño en un susurro, provocando que Tom se quedará perplejo, muerto, la palabra resonaba en sus oídos. Tragándose el nudo en su garganta y, parpadeando varias veces, asintió a su hijo para que siguiera- Terry y Melanie han enloquecido están más dementes que tú y esa mujer, está mas que loca que una cabra, ya no es nuestra madre- Continuó el joven de 13 años fríamente. 

-¿Simón?, ¿Qué pasó con Simón?- preguntó Tom algo alterado y elevando un poco la voz sin darse cuenta, quería saber qué había pasado con el gemelo de Tyler. 

-Ella lo está por matar papá, ella que....- El joven iba a seguir hablando cuando unos gritos y un llanto escandaloso los hizo asomarse a la puerta para ver que estaba ocurriendo. 

La mujer tenia a un niño que a la vista de cualquiera no tenia mas de 10 años, lo agarraba de los pelos negros que estaban llenos de mugre y sangre, estaba con un pantalon muy pequeño y toda su remera estaba rota, se podían ver todas las costillas, estaba mas que desnutrido, también se notaban varios hematomas en el cuerpo del pequeño, hematomas demasiado oscuros o que casi estaban amarillos. 

Tom tenía su oscuro corazón apretado en su pecho, podía ser un desalmado hijo de puta, un asesino, y todo lo que quisieran, pero no era un abusador de niños, los niños mágicos eran sagrados y no se tocaban, había cometido un error con el joven Potter, un error que más tarde arreglaría. 

-Dime que se siente maldita perra, dime que se siente ofrecerte a la pija de otro, que para variar te dobla en edad, maldita puta asesina, mataste a mi hijo y eso jamás te lo voy a perdonar, aparte ¿Quién mierda en su sano juicio querría a alguien como tú niño ?- Le dijo la mujer frenética y golpeando la mejilla del joven que lloraba. 

Tom con toda su magia recorriendo su cuerpo, enfurecido, con tristeza y con dolor, azotó la puerta de la sala, logrando que los que estaban dentro de la sala saltarán en sus lugares, mirando al señor oscuro más que asombrados y mucho más a la cantidad de mortifagos que había detrás de él. 

-Tom, cariño que alegría  verte- Dijo la mujer soltando al niño y acercándose a su pareja cambiando completamente de expresión, Tom hizo una mueca y miró con pura rabia a Megan, su pareja. 

-No podría decir lo mismo de tí- Dijo Tom con su magia palpitando en sus dedos, y con los dientes apretados con tanta fuerza y furia, que había escupido algo de saliva.