Reino Maldito ( Saga Trono Pirata )

De regreso

[La culminación de un todo oscuro en la que la nada reinaba por donde sea que vieras nubló la visión de Oliver por un breve periodo de tiempo]

[Este mismo se decía en sus pensamientos: Tenía una cosa en mente y esa verdad era regresar sano y salvo, a lo que no estaba seguro de lo que viví en dos días casi obligado a renunciar a mi verdadero hogar. Un regalo que podía tener, una segunda oportunidad, pero lejos de mi Amelia, eso no]

[Una larga y fina coleta de luz al borde del abismo, una pequeñez completamente carente de valor lumínico comenzó a intensificarse. Y entonces en esa fracción de segundo una voz le había gritado y suplicado a su oído que por favor volviese que tenían algo para el]

Oliver: Esa voz (decía desconcertado) Sí, conozco esa voz

[Este si la conocía, por supuesto; hacía días que conocía la voz de cierta compañera suya, ya que su voz grave era muy parecida a la de Amelia cuando recién había evolucionado en una bella y sensual cinderace. La "magia" del lugar que cada vez se asemejaba a un cuarto lleno de columnas reales del Reino de los aguerridos, fieles y honorables lucarios egipcios hacía que este fuera atraído cada vez más raído junto con algunas cosas que pudo sostener de aquel lugar que fue expulsado fueran las más valiosas que portaba de toda esa vida que tuvo. El había intentado apresurar el paso, pero cuando estuvo a punto de llegar una pata muy blanda y acolchonada cubierta de un brazalete que hacía juego lo había tomado de su mano, apretando muy fuertemente para sacarlo de una vez]

Oliver: ....¿qué pasó? (dijo muy aturdido por el estremecimiento de su mente no antes de ser apretado por un colosal abrazo de su compañera cinderace, conocida como Cindy quien no podía dejar de llorar)

Cindy: después de todo, ¿No te alegras de vernos?

Oliver: Si, s.... (dijo un segundo antes de casi perder el aliento por la fuerza descomunal del afecto de ella) te extrañé a montones, pero también extrañé respirar

[La cinderace se disculpó, pero no era su culpa. Todos los sucesos según el lucario faraón quien estaba presente junto a sus guardias le pasó un recordatorio por su ausencia de unas horas a lo largo de los días que este mismo joven sintió cuando estuvo en "el otro lugar". Tiempo transcurrido en la que la fémina le puso al día sobre algunas cosas que habían pasado, volviendo a la vida con un golpe familiar que hizo que su corazón alterado se tranquilizara]

Oliver: ¿De dónde aprendiste a dar esos golpes? ¡Venga, que solo Amelia sabe dármelos!

Cindy: Me lo enseñó Valentina por si acaso nomás nene, ahora a que el faraón está libre no es nuestro deber quedarnos más aquí, ya que en un momento nos iremos rumbo a ca.....aguarda un segundo (cuestionó muy intrigada)

[[a apariencia de su amigo, justamente algunos ropajes anaranjados muy diferentes a su distintivo color negro de trapos le llamó su atención, arriba de su pecho aún mantenía una baratija con una apariencia muy similar a algo valiosos, pero este estaba completamente quemado e inservible. La explicación que Oliver conocía que la fémina junto a los presentes desconocería en absoluto fue limitada a una muy simple, y bastó unas cuantas palabras para convencer a su amiga que al parecer no tenía tiempo para eso mientras todos iban a la salida de aquel cuarto ceremonial]

[Tras una larga caminata junto a algunas variadas interrogantes del faraón respecto a la excusa que el joven dio le pusieron nervioso, era el único que posiblemente sugiera la verdad de lo que estaba pasando]

*en el palacio real de los lucario*

[Desde el trono donde la reina y pareja del lucario les agradeció a manera de sermones muy relacionados con lo que estaba sucediendo y por haber traído a su faraón sano y salvo junto a la gran mayoría de su compañía, dejando como último sermón]