Reino Maldito ( Saga Trono Pirata )

¿Estás listo para ser padre?

[Valentina se asomaba por aquella arboleda de los inicios del área silvestre. Con una pata hacía señas para que Zero se fuese, pero este se negó rotundamente; Y claramente no había justificación de aquel bochornoso momento frente a un grupo enorme de féminas. Para evitar que el riolu se le fuese encima, la delphox se valió de su ingenio como perseverancia en el habla para convencerlo sin recurrir a noquearlo. En ese momento, su hermano también se dio cuenta, y pese a la discusión que tuvo la hembra con Zero no llevaba nada. Oliver un poco triste se les acercó a ambos con intención de escuchar lo que Valentina le fuese a decir, pidiendo a Zero que vaya a traer algo]

Valentina: un poco de tranquilidad ¿cierto?

[...]

[Oliver ya no era el mismo joven que Sam había enviado a ese mismo lugar por un capricho del destino]

Valentina: Pequeño (dijo al encontrarse más cerca de su rostro) A mí no me engañas. ¿es por lo que tuviste que hacer para que todo acabase? (hizo un gesto tierno, acariciando su rostro como dándole una rápida sacudida a la abundante cabellera) Nunca te he arreglado ese cabello, lo tienes algo descuidado

Oliver: No, no, no es necesario (dijo con cierta debilidad) Gracias, hermanita, pero estoy bien, Muy bien, por lo otro.... es algo que tengo que meditar mucho

[La delphox se negó]

Valentina: Oliver

Oliver: nunca he estado mejor (replicó un poco enfadado, aunque le doliera estarlo)

[ella se limitó a asentir, haciendo una ligera mueca al tocarse la que una vez fue una herida del brazo]

Oliver: ¿Aún te duele? Ammm, deja ver si puedo hacer algo o para sanarte

Valentina: Sólo es un chichón. Seguro que yo sola me puedo sanar sola en el viaje de regreso a "casa"

[Su hermano hizo un gesto un poco desafiante hacía la delphox, y ésta se alejó con una leve voz, diciendo: Si dejo que me cures, debes decirme la verdad]

[...]

Oliver: ¡bien! (dijo al sostenerla de los hombros, y mirarla con un rostro sumamente nervioso y un tanto lloroso) Tú siempre me has enseñado, lecciones que me diste desde muy pequeño sobre valorar la vida, toda sin excepciones para ser una buena persona. Todo eso que me has enseñado lo tiré a la basura en un instante cuando decidí acabar con ese sujeto

Valentina: Oliver....mi joven hermanito (repuso, sonriendo y tocándole la frente como a un niño) Yo, ¿cómo crees que me siento? No es algo fácil, yo también estuve y te aseguro que habría hecho lo mismo si hubiera estado en tu lugar

Oliver: pero....

Valentina: Bueno (suspiró) Aprovecharé que no hay nadie por aquí y te contaré un pequeño secreto que tu papá solía decirme cuando yo era apenas una joven braixen que era muy sobreprotectora con él, y digamos que no me llevaba muy bien con tu mamá

*hace varios años*

[En una casa noble ubicada en las regiones más seguras de aquella época con muchos acabados que hacían juego con un extenso jardín. En ese lugar solían darse una que otras discusiones por parte de dos féminas, una de abundante como hermoso pelaje amarillo con marcas rojizas, un poco rebelde e indisciplinada con la mujer de cabello largo. Era de rutina hasta que el hombre de la casa conocido para ambas como Roland, hacía su entrada "triunfante" luego de un día de rutina a la guardia de lo que eran unas fuerte y acorazadas murallas que cumplían su función de mantener a todos los piratas de aquella época alejados e intimidados por su fiero líder de seguridad que en su tiempo libre era casi un modelo de lo que era un hombre de familia]