Capítulo I | Los chicos de la banda

43 2 36
                                    

Una... y otra vez.

He tenido... el mismo sueño...

Una y otra vez, tu figura se asimila frente a mis ojos mientras me aferro a tu recuerdo.

No me siento solo...

[...]

Las campanas resonaban en el instituto, yo simplemente tenía mi cabeza sobre la mesa intentando conciliar el cansancio que me invadía.

-¡Jungkook!- y la voz de mi preciado amigo Hoseok interrumpió mi descanso. -¿Vamos a comprar pan?-.

-¡Anda!- permanecí ignorándolo -Agh...-se quejó.

-Tengo sueño.

-¿Eh? ¿Entonces que harás en la práctica de básquet?

-Me dormiré.

-Oh. ¿También te saltaras la quinta clase?

-Sí. Te encargo tus apuntes-.

Sin decir más me puse de pie dejando a Hoseok solo y empecé a caminar. Hace poco encontré un sitio al que nadie va, donde puedo tomar una siesta. Como allá no va nadie... la luz del sol se siente bien. Es cómodo.

Mi ceño se frunció al encontrarme con un sujeto visiblemente dormido en el suelo ¿Por qué abraza una guitarra? Como sea... creí que solo yo conocía este lugar. Al parecer el sonido de mis pasos lo despertó, el chico pelinaranja se sentó sobre la escalera permitiéndome así ver su rostro. Sabía que era el del grupo de alado, pero ¿Cómo se llamaba?

Me sorprendí cuándo el chico se movió hacía su izquierda dejando espacio para mi en el suelo para luego hacerme señas invitándome a sentarme. Así que simplemente caminé y me senté a su lado.

-¿Quién eres?- preguntó.

-Jungkook ¿Por?

Desvió su mirada de mi y no contestó después de eso. Lo observé por un rato, pero luego decidí romper el silencio que se estaba volviendo incómodo.

-En serio, ¿Por qué no hablas?- Me volteó a ver -Sabes hablar, ¿no? ¡Es irritante!- dije sonando fastidiado -Las cuerdas están oxidadas ¡Por eso se te rompió una!- señalé su guitarra, la cuál era un modelo semi-profesional - ¡Arréglalas! ¿Para que tienes una Gibson si ni siquiera sabes...?- No pude terminar de hablar al sentirlo mucho más cerca de mi.

-¿Qué...? ¿Se puede arreglar?- se acercó más a mi y yo retrocedí- ¿Puedes?-se acercó de nuevo.

-¡Por supuesto! Y aléjate un poco, ¿quieres?

-¿De verdad? ¿Toma poco tiempo?

-Sí, supongo...

-¿Puedes ahora?

-No, ahora mismo no. Me faltan las herramientas -dije rascando mi cuello.

-Oh...- su tono de voz sonó increíblemente desilusionado. Fue lo último que dijo antes de que el silencio se tornara incómodo de nuevo.

Sacudí mi pierna inquieto antes de huir del lugar. Seguro ese chico ni siquiera se dio cuenta cuándo volví con todos los materiales necesarios para arreglar su estúpida cuerda oxidada.

-¡Una maldita cuerda rota no es el fin del mundo!- dije desesperado mientras movía mis manos ágilmente para reparar sus cuerdas -¡Pero me haces sentir culpable y me dejas una mala sensación!- solo quedaba amarrarlas- ¡Solo devuélveme mi siesta!- Y listo, sus cuerdas estaban como nuevas.

-Woah...- sonrió amablemente y empezó a dar pequeños aplausos.

-¡Pero alégrate más, elógiame y págame las cuerdas!- le dije un tanto furioso. Noté como movía su mano con la intención de tocar su guitarra -Aún no. -Me volteó a ver -No tan rápido, novato - empecé a afinar las cuerdas y cuándo terminé con las primeras, toqué un acorde.

Given [JJK+KTH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora