PROLOGO

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El mundial de Qatar había llegado, y Guillermo un alfa de gran porte, junto a su equipo, se habían encargado de entrenar lo suficientemente duro para poder llegar a las finales. Y si sus esfuerzos y suerte lograban hacer que ganaran la copa, lograría su tan anhelado deseo que había permanecido en su interior desde hace mucho tiempo. Le gustaba demasiado el futbol, desde niño ese deseo de poder llegar a ser un integrante de la selección de futbol mexicana, lo habían impulsado a seguir a delante y no rendirse ante los obstáculos. El proceso de eso fue duro, pero lo había logrado y se había convertido en el portero de la selección, había sido participe de varios juegos y mundiales, tenía clara sus metas, a cómo debería de ser. Pero, ¿por qué esa felicidad y satisfacción que poseía en ese instante de su vida, se sentía tan vacía? El futbol era esa excusa perfecta para que su vida cobrara un poco más de sentido.

Tengo una vida digna, hago lo que desde niño siempre quise y tengo amigos que siempre están conmigo. Entonces, ¿Por qué siento que lo tengo todo, y a la vez nada?

A menudo después de divagar en sus pensamientos, siempre llegaba a esa pregunta. Desde que eso le empezó a invadir la mente comenzó a realizar varias actividades en busca de poder llenar ese vacío que sentía, era una incógnita para él, el futbol le gustaba y llenaba parte de su vida, pero fuera de la cancha todo se esfumaba. Había tantas cosas diferentes, pero nada se sentía bien y termino dejándolo todo, sus gustos eran como los de un conocedor y terminaba siendo exigente. Y al final, nunca salía de su estancamiento. Extrañamente no le atraía nada, no importaba lo que hiciera y eso le estaba empezando a molestar mas de lo normal. Los colores del mundo se iban opacando cada vez más hasta el punto que todo le parecía monocromático. La luna y las estrellas que una vez habían sido uno de sus más grandes deleites de apreciar cada día de su vida, ahora solo se habían convertido en una presencia que le recordaban cada final del día, que su vida estaba pasando frente a sus ojos mientras que lo que se empeña tanto en buscar, no aparecía frente a él.

O al menos eso fue así hasta en uno de sus partidos, todo lo que a su alrededor se estaba volviendo monocromático, ahora de un momento a otro había cobrado nuevamente esos colores vividos.

La sonrisa que portaba aquel integrante alfa de la selección de Argentina, con el número diez grabado en su playera, había despertado su interés y, en un futuro del cual no era consciente, lograría lo que por un tiempo perdió y había

estado buscando nuevamente.

El sentido de su vida.

El sentido de mi vida [OCHOA X MESSI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora