𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨; 𝟎𝟏

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Dos semanas. Es el tiempo que se suponía que tardaría en llegar, pero lamentablemente todo se alargó, haciendo que tardará tres, largos, meses en llegar.

Hoy llegaría y Hinata no cabía de la felicidad. Por fin, después de 3 meses volvería a ver a Toneri. Estaba en el aeropuerto esperando a el oji-celeste, y en cuanto lo vio salió corriendo en su dirección. Al llegar rodeo su cuello con sus brazos, y lo beso. Toneri no soportó el tacto y le dio asco. Al separarse Hinata agarró la maleta de mano del albino, y empezaron a caminar separados, por petición de Toneri, en dirección a la salida. Pará ir a su casa.

En un lugar, muy lejano de allí.

En una gran bodega.

--Hoy regreso de su viaje de negocios, ese maldito, tardó más de lo esperado--Susurro una voz ronca.

--Ya lo sé, el jefe a estado más insoportable que nunca...quería viajar a Estados Unidos para buscarlo, pero no pasó nada porque al final lo pude convencer de no ir--Contestó una mujer.

--Dejen de platicar, vamos, el jefe nos espera--Intervino otra voz masculina. Y si, lo mejor era no hacerlo esperar, haci que se pararon y agarraron una carpeta, para después entrar a la oficina.

Adentro de la oficina.

Un señor sentado atrás de un escritorio en una silla de cuero, recibió el sobre, lo abrió, sacó su contenido, fotografías, y lo empezó a examinar, minuciosamente.

--¡¿Están seguros de que esa es su casa, y trabajo?!--Preguntó una voz masculina. Y veía fotos de Toneri entrando y saliendo de una bella casa y empresa, de armas. En algunas fotos aparecía una bella oji-perla.

--Sí señor, estamos totalmente seguros--Dijo uno de los tantos hombres.

--¿Quién es ella?--Señalo a la azabache en una de las tantas fotos que tenía.

--Hinata Hyūga, su prometida, le pidió matrimonio en el restaurante Owariya hace tres meses y medio--Contestó una voz femenina.

--Maldito bastardo--Susurró el hombre con las fotos--Puede financiera una boda, pero no me puede pagar--Eso último lo dijo más para él, que para los demás. Estaba que el diablo se lo llevaba.--Es hora de actuar...no pienso perder más tiempo--Dijo totalmente decidido.

Esa misma noche en la casa de Toneri y Hinata. La oji-perla término de preparar la comida y Toneri llegaba de "trabajar".

--Ya llegué--Se oyó desde la entrada.

Hinata no perdió tiempo y fue a abrazarlo, Toneri no soportó su tacto, y bruscamente la separó. La Hyūga se sintió mal, pero ignoro el rechazo y se aferró a su brazo. Al llegar a el comedor ella presumió su gran cena.

--Te preparé tu comida favorita...tadan--Dijo Hinata feliz, abrazando el brazo de su novio.

--Ah si, gracias--Dijo de manera tosca y sin ponerle atención.--Voy a comer en mi oficina, nos vemos mañana--Dijo sin algún sentimiento en su voz.

--E-e-esta bien--Respondió triste. Él solo agarro su plato y se fue directo a su oficina. Para no salir hasta la noche, solo para dormir.

Toneri cada vez iba peor. No llegaba a su casa en días, no avisaba que no llegaría, y cuando si llegaba lo hacia borracho, queriendo solo sexo. Y si Hinata no querías se enojaba. Una vez que se negó, incluso le levantó la mano, no le pegó, pero de todos modos tuvo todas las intenciones de hacerlo.

Amargo y Dulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora