Amargo y Dulce

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨; 𝟎𝟒

Cuando Hinata abrió la puerta casi se desmayó. No lo podía creer. Estaba tan asqueada.

--AAAHHH--Grito la oji-perla, y se puso una mano en la boca.

--¿Qué pasa?--Preguntó el peli-café, el cual llegó al lado de Hinata, en cuanto vio lo mismo que vio Hinata el también tuvo ganas de vomitar. Pero se pudo contener.

Era un animal muerto, estaba abierto, se le podían ver las tripas, y todo lo que tenía dentro. Con la sangre del mismo animal estaba manchada la puerta.

En cuanto Hiashi vio la carta la agarró del piso. Metió a Hinata a la casa y él la siguió. Una vez dentro la empezó a leer.

Te espero hoy a las 8;00 p. m. en el mismo lugar donde te hice aquel préstamo.

Pobre de tí si no vienes, te va a ir mucho peor que a ese perro.

A mí nadie me ve la cara de tonto.

Y no lo olvides.

Hoy a las 8;00 p. m.

A. T.

La carta estaba "escrita" con letras de periódico. Hiashi sabía con que intención era.

Después de un rato lo recordó. "A. T." Esa firma solo puede ser de él.
Por el contenido de la carta el Hyūga supo que se referían a Toneri.
Hinata jamás se involucraría en algo como eso, con gente tan peligrosa. Número uno; porque ella no lo necesita. Si ocupará ayuda económica recurriría a él, como siempre lo a echo. Y número dos; porque el cargo de conciencia sería mucho mayor, y terminaría diciendo todo.
Está vez Toneri estaba en graves problemas, y no tenía a nadie que lo ayudará.
Ni siquiera Hinata, incluso si para eso tuviera que encerrarla. Hiashi se iba a encargar de dejarlo solo y sin nadie.

"Akatski. Más específicamente; Tobi. El líder. Ellos están detrás de ésto."

Fue el único pensamiento de Hiashi, para después sonreír.

--Papá, ¿De qué sonríes?--Preguntó la Hyūga indignada. Le acaban de dejar un animal muerto en su puerta, y su padre parece disfrutarlo.

--De...--Hiashi no pudo terminar, pues el sonido de su celular lo interrumpió.  Cuando saco el celular de su bolsillo para ver quien era, se paró y se alejó lo más que pudo de Hinata.--Dime--Susurró el oji-perla sin más.

--No sé sabe dónde está, su última ubicación es en Corea, más específicamente en el hotel: Skypark Central Myeongdong, después de ese lugar es como si la tierra se lo hubiera tragado. No sé sabe nada--Dijo la voz del otro lado de la línea.

Hiashi sentía su sangre hervir. Pero no sé iba a dar por vencido. Lo iba a encontrar, incluso si eso le llevaba toda su vida.

--Gracias--Dijo y colgó.

Regreso con su hija. No le contó nada, sabía perfectamente que si Hinata se enteraba sería capaz de hacer cualquier cosa por defenderlo, incluso si no se lo merecía.
Después de una hora cuando quitaron al animal y limpiaron la puerta, los oji-perla's fueron directo a la casa Hyūga. Hinata quería estar con su mamá, la necesitaba más que nunca. Y Hiashi tenia una junta importante, a la cual no podía faltar.
La azabache no sé separó de su madre, ni aunque hubiera querido. Hana no la dejo sola ni un momento.
En la tarde Hinata se quedó en su antiguo cuarto, estaba ella sola, su madre le dijo que le traería su comida favorita. Y en ese rato le llegó un mensaje. Un mensaje muy importante. Eran los estudios, sus estudios. Hoy iba a confirmar lo que más temía.