Es viernes, ¿qué clase de persona se muda un viernes? La clase de persona que empieza en una escuela de leyes el lunes y quiere tenerlo todo preparado para el lunes que empiezan las clases.
—Aun no me puedo creer que vayas a vivir sola, sin que nadie te controle y que vayas a poder hacer lo que quieras —me dice mi hermana Laura entrando mi habitación mientras termino de poner unas cuantas cosas en la última caja.
—Tengo 18 años Laura, cuando crezcas podrás hacer lo mismo —hablo sabiendo que me va a volver a intentar convencerme para venir a vivir conmigo.
—Podríamos compartir habitación Cora, sabes que soy muy ordenada –me dice levemente provocando que yo me ría.
—¿Tú ordenada? No me hagas reír Laura, no eres ordenada. Además, la habitación que voy a tener en la residencia va a ser o individual o compartida con otra chica, ¿dónde crees que podrías dormir? —pregunto levantando las cejas, mi hermana tiene respuesta para todo.
—Eres muy cruel Cora, sólo eres 15 meses mayor que yo —me dice indignada.
—Lo suficiente hermana, lo suficiente. Piensa que ahora vas a tener una excusa para esconderte cuando quieras salir de fiesta —hablo para que se le pase el enfado.
—No solo eso, ahora te voy a arrastrar a todas fiestas que pueda y tú me vas a invitar a todas las que se hagan en tu "escuela de leyes" —me dice haciendo que yo frunza el ceño.
—Y, ¿Cómo esperas que te dejen entrar si eres menor de edad todavía? —pregunto esperando que para esto no tenga respuesta.
—Pues muy fácil hermana, con el carnet falso que me ha hecho Adam —me responde con una sonrisa que hace que mi ceño se frunza, ¿desde cuándo mi hermana tiene un carnet falso?
—Cora, Laura, el taxi ya ha llegado, debéis bajar ya —dice desde abajo la voz de Adalia.
—Hablaremos de esto más tarde, Laura —me dice para coger una caja y desaparecer de mi habitación.
Bufo sonoramente y cojo la última caja para dirigirme el taxi que me va a llevar a mi nuevo hogar, a un sitio totalmente diferente a lo que conozco hasta día de hoy y, donde espero encontrar un momento de paz.
Tras media hora en el taxi, mi hermana y yo llegamos a la residencia femenina de la escuela. Nos bajamos del taxi y mientras mi hermana paga con el dinero que le ha dado nuestra supuesta madre, yo saco las 3 maletas es las que se encuentra todo mi pasado y las dejo al lado de las 2 cajas que hemos traído encima.
—Listo hermana, vamos a ver dónde me voy a pasar la mayor parte del tiempo durante los 3 próximos años —me dice mi hermana emocionada mientras coge una de las cajas y la maleta pequeña.
—Tengo que ir a decir mi nombre y saber cuál va a ser mi habitación a la secretaría, supongo que me acompañaras, ¿verdad hermana? —la pregunto y ella me responde rápidamente.
—Por supuesto, y así puedo comprobar si tu habitación es lo suficientemente grande como para poner una cama supletoria para mí —habla mientras se me adelanta hacia la secretaria.
La Secretaría es una pequeña sala al final de un gran pasillo en el que hay una gran cola con unas 15 chicas delante de mi hermana y yo. Bufo y apoyo mi cabeza en su hombro, Laura solo me mira y me sonríe. Vamos avanzando poco a poco hasta que nos toca y me adelanto a mi hermana.
—Hola, soy nueva y vengo a saber cuál va a ser mi habitación —le digo a la mujer de unos 40 años que está detrás de un escritorio.
—¿Nombre? —pregunta como si fuese un robot.
ESTÁS LEYENDO
Sentimiento
Teen FictionCora Wilson y Christofer Hudson van a saber lo que es sentir un sentimiento tan profundo e intenso que arrasa con todo a su alrededor. Te invito a que descubras la maravillosa historia de Cora y Christofer.