Después del portazo que acaba de pegar el subnormal de pelo negro y cuerpo de escándalo, se crea un silencio incómodo en la habitación. La verdad es que este chico parece el típico malote que se dedica a pasar de todo el mundo y a vivir sin pensar en los demás.
Siento la mano de Katrina sostenerse a mi brazo y bajo mi mirada, se ha enganchado a mí porque seguro que se siente igual de incómoda que yo.
—Bueno, pues ya habéis conocido a nuestro queridísimo compañero de cuarto Christofer Hudson —habla el pelirrojo que abrazó a Sam nada más abrir la puerta, —el rubio que tiene cara de duda es Rafael y el castaño que os mira con curiosidad es Daniel, nuestro novato —señala a ambos chicos y por último a sí mismo, —y yo soy Adrian, el pelirrojo más codiciado de toda la escuela.
—Por favor, no creáis ni una sola palabra de lo que os diga este pelirrojo con aires de superioridad —dice el rubio, Rafael, —estar en esta escuela afecta a la cabeza, algunos se vuelven locos como el ejemplo de éste —dice señalando al pelirrojo, —y otros en cambio, vivimos con los pies pegados al suelo.
—Dejad ya vuestras riñas de pareja, al final Chris va a llevar razón con que parece que sois una pareja —dice Alina para calmar la tensión, —¿cuál es el plan de la noche? —pregunta mirando a los dos chicos.
—Vamos a conocernos un poco —empieza hablando Sam, —yo soy Sam, tengo 20 años y estoy en tercero. Me encanta el mundo de las leyes y el color rosa.
—Soy Alina, pero me podéis llamar Ali, tengo 21 años y estoy aquí porque me gusta el derecho y que la sociedad sea un poco más justa —dice mirando al rubio, Rafael.
—Yo soy Rafael, tengo 20 años y estoy aquí porque en mi familia es tradición estudiar siempre la carrera de derecho y trabajar en el bufete familiar —habla emitiendo un bufido y mirando al pelirrojo.
—Soy Adrian, tengo 20 años y me gusta el derecho, fin. Por cierto, soy abiertamente bisexual, así que por favor, no os asustéis por mis comentarios —comenta tan tranquilo y dice lo último con una sonrisa pervertida.
—Yo soy Daniel, tengo 18 años y, sinceramente no sé muy bien que hago aquí— dice mirando a la cama.
La verdad es que el chico no se ha movido de su cama, solo ha hecho leves asentimientos de cabeza y se ha mantenido callado, esta ha sido la frase más larga que ha dicho desde que hemos entrado.
—Yo soy Cora y tengo 18 años. Estoy aquí porque por nada del mundo iba a perderme estudiar en una de las mejores escuelas de preparación a la carrera de derecho de Detroit —hablo siendo sincera, aunque no del todo.
—Yo soy Katrina, tengo 18 años y estoy aquí para estudiar —habla Katrina hablando a toda prisa.
Por lo poco que sé de ella no es una chica muy social, y que el primer día esté en la misma habitación con 3 chicos y 3 chicas más debe de hacerla sentir un poco incómoda.
Durante unas horas nos dedicamos a contar anécdotas graciosas de nuestras vidas. La verdad es que las carcajadas se deben de escuchar por toda la residencia por que todos tenemos unas risas demasiado escandalosas. En este tiempo me he enterado de varias cosas interesantes: Sam ama el color rosa por encima de todo, lo que explica por qué siempre va de rosa, además de que con su cuerpo y su tono de pelo parece una barbie en tamaño de persona. Ali va siempre de negro, fuma y ha tenido mala suerte en su vida sentimental.
Adrian coquetea con todo lo que se mueva y hace alarde de su buen cuerpo siempre que puede, está claro que le dedica tiempo a entrenar y le gusta presumir de ello. Rafael es algo así como Ali pero en versión de chico, no es muy alegre y se la pasa bufando mucho. Del chico nuevo lo único que ha dicho es que tiene una novia y que él sólo está aquí para estudiar, es demasiado cerrado. Kat no ha dicho nada nuevo, solo ha recalcado que hablar con la gente no ha sido su fuerte.
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Sentimiento
Teen FictionCora Wilson y Christofer Hudson van a saber lo que es sentir un sentimiento tan profundo e intenso que arrasa con todo a su alrededor. Te invito a que descubras la maravillosa historia de Cora y Christofer.