Paraíso Destiel

Capítulo 1 : ¡Demonio! Dean/Castiel/Endverse!Dean

Fue un accidente. Castiel no sabía lo que estaba haciendo, pero estaba desesperado, y cuando alguien está desesperado haría cualquier cosa sin importar las consecuencias, ¿verdad?

Se sentía como si fuera un inútil desde que Jack lo trajo de vuelta del vacío. Ahora estaba en el otro universo alternativo con Mary mientras los hermanos salían de cacería. ¿Castiel? Se quedó en el búnker para resolver esta situación. Había encontrado el hechizo en la biblioteca que poseía el búnker. Fue difícil conseguir los ingredientes a espaldas de los hermanos. Sobre todo porque Dean actuaba como una madre gallina con Castiel.

Dean. Castiel deseaba que el cazador estuviera aquí, pero no sabía cómo explicar lo que estaba pasando. Él no entendería. Sobre todo porque habría tres de él. Tres versiones diferentes que Castiel no podía manejar. El hechizo abrió una brecha pero a realidades diferentes, y no la correcta en la que necesitaba estar para salvar a Jack y Mary. En cambio, se metió en una situación difícil y en una oportunidad.

"¿No eres una cosita linda? Tan pequeño y frágil que puedo romperte. Luego, te reconstruiré para arruinarte para todos los demás".

Una sonrisa maliciosa jugó en los labios de Dean mientras se inclinaba para mirar a Castiel. Parecía que no le importaba si alguien lo atrapaba mirando al ángel que retrocedía hacia una esquina. Castiel no podía creer lo que estaba viendo. Esa cara era tan familiar y tan horrible. Había visto ese tipo de rostros desde el principio de los tiempos. Un demonio. Cuando los ojos de Dean brillaron completamente negros, confirmó lo que es. Castiel todavía podía ver la lujuria que se mostraba en la expresión de Dean. La oferta que me propuso fue... tentadora.

"Lo estás asustando. No me hagas meterte una bala."

El otro Dean que también fue absorbido por este universo alternativo habló. Se interpuso entre los dos y miró al demonio. Sostenía una escopeta en sus manos y la amartilló para enfatizar su amenaza.

"¿De verdad crees que eso me va a matar?"

El demonio soltó una carcajada por lo ridícula que era la amenaza. Nada puede realmente matarlo. Solo la primera espada, pero incluso él tiene eso.

"No lo hará, pero dolerá como una perra. Balas de sal de roca."

El demonio levantó las manos en señal de rendición y dio un paso atrás para darles algo de espacio. Endverse Dean bajó su escopeta y se dio la vuelta para mirar a Castiel. Sonrió mientras levantaba una mano para acunar la mejilla del ángel.

"Oye. ¿Estás bien?"

Preguntó suavemente. Tenía una mirada cariñosa en su rostro tan diferente del demonio que se acercó a Castiel hace unos segundos. Él asintió y se levantó un poco más alto. Ahora que la conmoción había desaparecido, podía pensar con claridad. Demon Dean y Endverse Dean no se iban a ir. No hasta que Castiel les dio lo que querían; para que sus fantasías se hagan realidad. Por supuesto, también tiene fantasías de estar con su Dean, pero sabía que eso nunca sucedería. Tuvo la oportunidad de experimentar algo especial. ¿Por qué lo desperdiciaría? Tal vez su añoranza por Dean finalmente pueda terminar.

"Nunca he hecho esto con un hombre antes. La última vez que tuve sexo con una mujer, casi me mata".

Castiel explicó con una cara seria. No se atrevía a mostrarles sus emociones. No sabía si podía confiar en ellos, pero la opción de hacer esto parecía más emocionante. Demon Dean se rió entre dientes ante la declaración de Castiel. No pudo borrar la sonrisa de su rostro cuando habló.

"Eso me pasó antes, pero no quiero hablar de eso. Hablar de tus excompañeros sexuales es un gran desvío. Debería saber eso."

Castiel jugueteó con sus dedos y miró a todos lados menos a sus rostros. Estaba nervioso por esto. Muchas cosas podrían pasar. ¿Y si los hermanos volvieran? No sabía cómo explicaría esto si lo atrapaban entre dos versiones de Dean. Endverse Dean agarró sus manos temblorosas y le sonrió. Castiel daría cualquier cosa por hacer que su Dean lo mirara así con tanto amor.

"Puedes decir que no, y podemos irnos. Si este demonio es como yo, sé que no te obligará a hacer nada".

Castiel tragó saliva y finalmente asintió.

"Quiero esto. Necesito este."

Tensó la mandíbula de Castiel mientras sentía que el calor en la boca de su estómago se expandía. Pronto metió una mano entre sus cuerpos y agarró la polla de Castiel. Lo acarició al compás de sus embestidas y llevó al ángel al orgasmo. Castiel dejó escapar un gemido agudo cuando su semen pintó sus estómagos. Se dejó caer sobre el colchón y gimió cuando Dean no se detuvo. No ayudó cuando golpeó su próstata una y otra vez, la sensación lo estimulaba demasiado y las lágrimas de placer corrían por sus mejillas enrojecidas.

Endverse Dean acarició el hueco del cuello de Castiel, y cuando el ángel apretó su pene, dejó escapar un gruñido bajo y se corrió dentro de Castiel. Jadeó pesadamente y se apartó para mirar por encima de él y asegurarse de que no lo había lastimado. Se secó las lágrimas antes de retirarse. Castiel se quejó de lo sensible que era, pero sabía que esto aún no había terminado.

Demon Dean agarró sus muslos y tiró de Castiel hacia él hasta que estuvo en el borde de la cama. No mostró piedad cuando embistió su gruesa polla en el ángel. El ángel debería haber sabido que sería más agresivo, no que fuera algo malo.

Castiel dejó escapar un grito de sorpresa que se convirtió en un gemido cuando el demonio entraba y salía bruscamente de él. Su garganta ya se estaba volviendo ronca por los gritos de placer que soltó y Castiel clavó sus uñas en su piel dejando rasguños rojos cuando el demonio aceleró su paso.

Castiel no podía hacer nada más que aceptar lo que el demonio Dean le ofrecía, y le encantaba. Demon Dean chupó marcas oscuras en la piel de Castiel donde nadie las vería porque si su Dean era como los dos que lo follaron, entonces sería posesivo con el ángel inocente.

"A ti también te gusta rudo, ¿eh?"

Demon Dean sonrió a la piel de Castiel. Estaba agarrando al ángel con tanta fuerza que más tarde habría moretones. Castiel descubrió que no le importaba en absoluto. Le encantaba ser marcado por Dean. Cualquier versión de Dean porque todos eran iguales. Se preocupaban por él y lo amaban. Castiel esperaba que lo hicieran.

"¡Es demasiado, por favor, Dean!"

Todas sus palabras salieron entrecortadas y empezaron a sonar más como sollozos, pero todo lo que pudo hacer fue aceptarlo. Otro orgasmo fue arrancado de Castiel, y él estaba prácticamente retorciéndose en el abrazo del demonio Dean. Giró la cabeza hacia un lado y hundió la cara en la almohada para silenciar sus gritos. No querría romper nada accidentalmente ya que parte de su gracia se había estado filtrando por el intenso placer. Luego, estaba siendo llenado nuevamente por el demonio Dean que le mordió el hombro. Castiel estaba bastante seguro de que su cuerpo estaba marcado tanto por Endverse como por Demon Dean.

No sabía qué tipo de sexo prefería, pero no le importaba porque ambos satisfacían sus necesidades. Lo convirtieron en un desastre gimiendo lleno de su semen. Los párpados de Castiel se caían por lo agotado que estaba. Después de un rato, pudo escuchar algunos crujidos a su alrededor, pero no le prestó mucha atención. Tenía una sonrisa gomosa en su rostro y ahora se sentía bastante cerca del cielo. Castiel salió de su trance cuando Endverse Dean y el demonio Dean se acostaron junto a él con una manta que cubría sus cuerpos.

"Pensamos que no puedes estar solo ahora. Puedo escuchar tus pensamientos".

Demon Dean dijo mientras frotaba suavemente la mejilla de Castiel con el dorso de su mano. Tenía una pequeña sonrisa en su rostro cuando miró al ángel. La lujuria fue reemplazada por amor y adoración.

"Lo que sea que este Dean en este universo alternativo haya dicho, solo recuerda que te amo y puedo alejarte de él. Te mereces todo. Además, sería muy atractivo tener sexo contigo y mi Cas, que es sacerdote".

Demon Dean sonrió, pero estaba bromeando. La gente de este universo alternativo lo necesitaba. Al menos podría brindarle a Castiel un poco de felicidad y amor por ahora.

"Yo también te amo."

Endverse Dean susurró mientras agarraba la mano de Castiel y apretaba suavemente.

Tal vez no era una buena idea lanzar el hechizo, pero valía la pena saber que Dean lo amaba. Estar envuelto en sus brazos y el olor hizo que Castiel se sintiera seguro y amortiguara la sensación de soledad. Con suerte, podría reunir el coraje para confesar sus sentimientos por su Dean.