SICK OF YOU [MiTake/BajiTake/SanTake] TOKYO REVENGERS

Capítulo V: Cotidiano

— ¡Dios! La edad ya me está pasando factura. — Un suspiro cansado salió de los labios del omega de ojos violetas.

En los últimas días había sentido su cuerpo mucho más ineficiente y pesado. Aunque se mantenía en un buen estado físico, su resistencia era peor con el pasar de los días. Sólo con subir cinco escalones ya se sentía al borde de un colapso.

— ¡Yuuto! — Llamó a la puerta de la habitación de su hijo mayor. Al no recibir respuesta alguna, abrió la puerta. Se encontraba vacía con las ventanas abiertas. Una vena brotó de su sien. — Este mocoso de mierda, me va a escuchar apenas llegue.

El chico de doce años había tomado la costumbre de escaparse por la ventana de su habitación luego de llegar de clases. Wakasa hacía todo lo posible porque el chico dejara aquellas mañas, entendía que era parte de su nueva etapa, el chico pronto sería un adolescente como él una vez lo fue, pero no quería que siguiera sus pasos. No quería que se involucrara en pandillas ni nada por el estilo.

Por el lado de Keizo era un tanto despreocupado. Más bien parecía enorgullecerlo el hecho de que Yuuto se convirtiera en un rebelde sin causa.

Se acercó a cerrar las ventanas, ya que ese día el viento golpeaba fuerte.

— ¡Papi!

Wakasa se sobresaltó al escuchar la repentina voz de su hijo más pequeño. El pequeño de ojos violetas tenía la costumbre de aparecer repentinamente, al ser un alfa recesivo su presencia podría pasar desapercibida a comparación de su hermano mayor, quien con sólo entrar a un lugar, su aroma se expandía por todos lados llamando la atención.

Un día de esos, ese pequeño lo mataría del susto.

— ¿Qué ocurre, Yasuo?

— Ya terminé de hacer mis tareas, ¿podemos ir a visitar al tío Shinichiro? En la escuela me enseñaron a hacer flores de papel de colores, quiero llevarle al tío Shinichiro flores de colores, por favor.

El omega se quedó en silencio, con sólo escuchar el nombre del mayor sus ojos se volvían mares. Apretó los labios un momento, en lo que calmaba su respiración. Le regaló una pequeña sonrisa al niño y acarició sus cabellos asintiendo.

— Está bien, iremos a ver al tío Shinichiro, sólo déjame hacer una llamada a tu papá ¿sí?

— ¡Sí papi!

— Ve a cambiarte, ponte un abrigo encima, el clima está frío afuera. 

Llevó su cabeza hacia atrás, apoyándola en el respaldo de aquella silla y dejando sus cabellos a la merced del viento. Draken observaba con el seño fruncido la pantalla de su celular, había intentado contactarse con Mikey, pero todas las llamadas iban directo al buzón. ¿Qué pretendía haciendo eso?