𝐒𝐰𝐢𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬 [ʏᴏᴏɴᴍɪɴ]

3.

¿Por qué el señor Min YoonGi lo llamo a su oficina?.

Pues jimin no tenía respuesta a esa pregunta.

¿Por qué?, Tal ves lo iban a despedir, le iban a gritar o incluso lo iban a linchar.

En la cabeza retorcida de Park-Jeon, todo podía pasar, entro a la oficina, conociendola por fin de la parte interior, era grande en cuestión, tenía cuadros de artistas, y un montón de diplomas universitarios, y una boleta de calificaciones de secundaria.

Un hermoso cuadro con la fotografía de Tae descansaba en un costado de la enorme oficina, Min era feliz con ese cuadro.

Pronto dejaría de ser así.

—¿Me llamo, señor Min?— pregunto el tierno hombrecito, YoonGi levantó su vista de sus papeles.

O más bien de la pantalla de la computadora que tenía frente a sus pálidas narices.

—Si, le mandé llamar señor Park-Jeon. Quería hacerle un cuestionamiento.— Jimin arrugó la nariz, ¿Un que cosa para quien?. —Unas preguntas Park.— jimin asintió ante esas palabras.

YoonGi miró con una ceja alzada al menor, era algo serio y se veía bien vestido, así que su marido lo trataba bien.

—¿Eres casado, no es así?— Jimin dejo de darle vueltas al anillo en su dedo, y miro a su jefe con un poquito de miedo.

—Si, de hace dos años, felizmente casado.— sonrió, pero se vio un poco inseguro al decir aquello, ¿Aún era feliz?.

—¿Su esposo en qué trabaja?— apunto algo en una pequeña libreta.

—Es empresario, tiene su propio negocio, es pequeño pero sabe salir adelante.— sonrió con orgullo.

YoonGi miró raro al menor, ¿Por qué si Jeon tenía su propia empresa el trabajaba para otros?.

—¿Por qué no trabajas con tu pareja?— Pregunto con una ceja alzada.

—Bueno, yo empecé a trabajar aquí mucho antes de empezar mi relación con JungKook, y no me pareció bien dejar el trabajo después de todos los beneficios que he conseguido aquí, señor Min.— dijo sonriendo a medias.

—Entiendo.— mentira, no entendía,  pero como ya era un adulto, no iba a preguntar nada. —¿Tienes hijos con tu pareja?— Jimin se sonrojó.

—N-no señor Min, JungKook y yo aún no estamos listos para una responsabilidad tan grande...— dijo apenado.