final

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Minho estaba sentado en el sofá mientras Hyunjin lo veía de pie frente a él, dudando en preguntar qué es lo que quería esta vez.

Aún se sentía algo molesto con él, y quiso reclamarle por dejarlo solo durante tanto tiempo, pero al verlo hacer un gesto para que se acercara no pudo decir nada, mucho menos cuando Minho sostuvo su cintura e hizo que se sentara sobre sus piernas, tal como acostumbraban a hacer desde hace meses.

Hyunjin creía que el mayor estaba retomando confianza demasiado pronto.

— ¿Entonces? —habló Hyunjin.

Minho le sonrió y negó, riendo bajito ante la mueca que hizo el menor.

— ¿Ni siquiera vas a saludarme? —preguntó de vuelta, escuchando a Hyunjin murmurar un Hola— Mucho mejor.

Hwang se acercó un poco, permitiéndole abrazarlo más fuerte, en el fondo realmente había extrañado poder estar de esa manera con Minho.

— Supongo que debes saber porqué estoy aquí —Hyunjin asintió, a pesar de no estar cien por ciento seguro de la decisión que él hubiera tomado— ¿Estás realmente seguro?

El menor negó, acercándose un poco más hasta quedar a escasos centímetros de su rostro, aún viéndole con una tierna sonrisa.

— Me pregunto qué debería hacer para hacértelo saber —el mayor rio al ver la expresión de Hyunjin, quien no parecía muy contento en ese instante—. ¿Debería decirlo de una vez?

— Si no quieres que te saque a patadas de mi departamento, creo que sí deberías.

Minho le miró una última vez antes de acortar la distancia entre ellos, riendo nuevamente al ver a Hyunjin tan sorprendido, sin embargo, él no lo alejó, en cambio, se quedó quieto y dejó que el mayor continuara.

Ambos se sentían felices, pero definitivamente Hwang era quien la estaba pasando mejor con todo lo que estaba ocurriendo. No todos los días aparece Lee Minho en la puerta de tu departamento con un ramo de rosas pidiéndote hablar contigo para luego terminar abrazados en el sofá.

Sí, a Hyunjin le gustaba repetir eso en su mente una y otra vez, porque se sentía tan bien pensar que él era el único para Minho en un momento tan especial como lo era el primer beso entre ambos.

Pero el menor se cansaba fácilmente de algunas cosas, así que decidió cortar el beso, abriendo lentamente sus ojos para encontrar al mayor frunciendo el ceño con molestia.

— ¿Qué?

— ¿Por qué hiciste eso?

Hyunjin sonrió, acariciando sus mejillas en un intento de que quitara esa mueca de su rostro.

— No fuiste claro con tu respuesta, y yo no me beso con gente a la cual no le gusto.

Minho sonrió, se sentía extremadamente feliz, y realmente había extrañado las respuestas de Hyunjin a cada cosa que él decía.

— Pues sí lo haces —Hyunjin negó—. ¿Cómo que no?

— No me lo has dicho directamente, así que no te creo.

Lee rodó los ojos, apretando un poco su cintura y haciéndole soltar un chillido, recibiendo un golpe para nada amistoso de su parte.

— ¿Realmente me harás decirlo?

— Sí, ¿o acaso no te gusto? —puchereó y Minho jaló de su labio inferior, ganándose nuevamente un golpe— Vamos, quiero oírte decirlo.

— Me gustas —Hyunjin seguía viéndolo, sin estar completamente seguro de las palabras recién dichas por el mayor—. ¿Qué?

— Dímelo bonito.

Minho suspiró, sosteniendo el rostro de Hyunjin entre sus manos y dejando un corto pero cariñoso beso en su frente, viendo como su rostro poco a poco se ruborizaba, haciéndolo lucir aún más lindo.

— Me gustas mucho, Hwang Hyunjin, eres lo mejor que me ha pasado a lo largo de mi patética vida e insignificante existencia en este mundo —sonrió, besando su mejilla mientras le oía quejarse.

— También me gustas, Lee bonito Minho —repitió—. ¿Ahora vas a besarme de nuevo o sólo te quedarás viéndome?

Ambos rieron antes de volver a unir sus labios en un tierno beso, disfrutando el momento, en donde a pesar de ser los únicos en el lugar, se sentían como si fueran los únicos en el mundo, porque sí, a veces también les gustaba imaginar cosas tan clichés como en las películas.

Y Hyunjin no pudo evitar sonreír al abrir nuevamente sus ojos y comprobar que la persona frente a él, quien le había confesado sus sentimientos y también había besado, era Lee Minho.

A pesar de que no todo salió como él había planeado desde un principio, al menos logró salir de la fanzone.

Y eso, definitivamente, no pudo terminar mejor.

𝗳𝗮𝗻𝘇𝗼𝗻𝗲𝗱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora