consumiéndome

2 0 0
                                    

Siento un dolor tan indescriptible en el corazón.

Tan fuerte.

Está demasiado lleno y demasiado vacío a la vez.

Es un dolor que va desde mi mente a mí corazón y se expande desde dentro al resto del cuerpo.

Mi latido.

Mi latir que no para pero no siento.

Siento tanto y a la vez tan poco.

Se me desgarra el pecho.

Mi corazón quiere salir y mis emociones se arrinconan dentro de mí
a medida que respiro, a cada nota de la canción, a cada pensamiento, a cada calada, cada latido.

Un llanto ahogado,
una angustia incesable,
un cigarro inacabable,
una pausa,
un parón en el tiempo, el ahora.

Cada escalofrío,
cada sensación,
cada movimiento,
cada palabra
me recorre por dentro.

La respiración me pesa,
mi cuerpo la sigue.

Siento mis ojeras,
el cosquilleo por mi cuerpo
recorriendo cada rincón, disfrutando cada movimiento de dentro de mí,
reuniendo cada sensación;
las notas haciendo bailar cada emoción, haciendo vibrar mi corazón,
sintiéndolo todo en mi interior.

Dentro de mí hay una fiesta en la que yo soy el anfitrión.

La música suena dentro de mí, siendo yo el instrumento que se deja manejar por ella.
La noche el público.

Me voy consumiendo poco a poco.

Expulso aire caliente.

Aprecio cada sonido,
lo siento.
Cada movimiento pesa y a la vez no me cuesta.

Mi cuerpo está caliente.

Mi mente pesada.

Desprendo calor.

Las palabras salen solas.
Mis sentidos me absorben.

Mi mente se calma.

Mi cuerpo se relaja.

Mi corazón no se calla, pero mi cuerpo no le escucha.

Mi cuerpo se deja abrazar por las sábanas.

Mi alma se deja abrazar por la canción.

Mi energía escapa de mí.

me he consumido.

A la deriva.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora