CAPITULO TRES
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BIANCA Y ROWAN PELEABAN EN CLASE de Esgrima. La chica logró tirarlo al suelo, y así ganar la partida.
— Entrenador, ella me empujó. — Le dijo el rubio al profesor.
— Fue un ataque limpio, Rowan.
— Si te quejaras menos y practicaras más, no serías malo. — Le respondió la morena. — Oiga entrenador, ¿Cuando voy a tener un oponente de verdad?¿Alguien más que quiera retarme?
— Yo te reto. — Pronunció Wednesday.
— Ohh, debes ser la psicópata que llegó.
— Y tu debes ser la autoproclamada abeja reina. Dato curioso, remueve el aguijon y caen muertas. — La chica de tez morena frunció el ceño.
— Rowan no necesita que lo defiendas, no está indefenso, es holgazan.
— ¿Vamos a hacer esto o no? — Le preguntó seria.
— Esto será bueno. — Le susurró Minnie a su hermana, que miraba con atención la escena.
El entrenador no tardó en hablar.
— Punto para Merlina. — Dijo luego de unos segundos. En unos pocos momentos más, el hombre volvió a hablar. - El marcador está empatado.
— Para el punto final qusiera invocar un reto. Sin máscaras ni puntas, la que derrame sangre pierde.
Bianca aceptó, inmediatamente Merlina se abalanzó hacia ella y comenzó una gran pelea, hasta que la sirena cortó la cara de la otra con la espada.
— Por fin tienes el brochazo de color que le hacía mucha falta a tu cara. — Sonrió maliciosa.
Aunque los sentimientos de Becca hacia Merlina se mantenían muertos desde que eran pequeñas, eso que le había hecho Bianca la había enfurecido a la pelinegra, y a las hermanas también. Rebe conocía a su prima, y aunque no lo pareciera, incluso se había sentido humillada.
Luego de que Merlina se fuera a enfermería, la morena comenzó a reír mientras recibía felicitaciones de los demás. Las hermanas se mantenían de brazos cruzados mientras miraba los alagos que tenía Barclay. La sirena las miró, y con una pequeña sonrisa se acercó a ellas.
— ¿No van a felicitarme?
— ¿Por qué lo haríamos? — Preguntó Minerva con seriedad.
— He oído que ustedes y esa chica son familia.—Dijo con cierto desagrado.
— Eso no te incumbe, en realidad. Me sorprende que alguien como tu se deje llevar por los rumores o chismes.
— ¿Alguien como yo?
— Eres la abeja reina de todo este lugar, todo el mundo sabe que se deben decir muchas cosas de ti. — Le respondió Minnie.
— Supongo que lo tomaré como un consejo.
—No te estamos aconsejando. Ganaste solo por suerte, te ganaría con los ojos cerrados. — Todos oyeron lo que Becca acababa de decir.
— ¿Estás retándome? — Preguntó Bianca desafiante.
— Excepto que estés asustada, si.
— ¿Te asusta? — Siguió Minerva apoyando a su hermana.
Bianca no dijo nada, se posicionó en el lugar donde sería su debate.
— Es peligroso Rebecca, ¿Estás segura? — Preguntó el entrenador con preocupación.
— Es Becca. — Dijo firme. Su hermana tomó una venda rosa y se la colocó en sus ojos.
— Negro, ahora rosa, ¿Es una broma? — Bromeó la morena.
— ¿Quieres hablar o pelear? — Algunos del alrededor soltaron unas risas, provocando que Bianca se molestara.
El entrenador dió la órden de que comienzen, a pesar de que Barclay estaba muy enfurecida con sus movimientos, Becca solo los esquivaba sin ningún tipo de problema.
— Punto para Becca. — Pronunció el hombre.
Bianca estaba cansada, al empezar con esa furia, su energía se estaba agotando. Becca trazó dos líneas en forma de cruz en la frente de la morena, ya había ganado.
Quitó su venda, la marca no era tan grande, por lo que no se preocupó.
— ¿Qué me dices ahora?¿Quieres que te felicitemos?
La chica solo se marchó con enojo.
Aunque lo que acababa de hacer parecía algo cruel, Becca no tenía remordimiento alguno. Todos la miraban y algunos, los que no le temían, la felicitaban. Xavier se mantenía alejado, aunque todavía estaba sorprendido por lo que acababa de ver.
Minnie y Becca solo cruzaron miradas, viendo como se marchaba Bianca.
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𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 ▬▬ 𝑿𝑨𝑽𝑰𝑬𝑹 𝑻𝑯𝑶𝑹𝑷𝑬
FanfictionLas hermanas Wilde llegan a Never More gracias a un trágico acontecimiento en el mundo Normi. Becca, a diferencia de su hermana, no es aceptada por los excluidos, por lo que ahí dentro se sentía sola. Pero un chico ayuda con esa soledad, causando un...