Apagué la alarma de mi celular para después levantarme de la cama.
Ya había amanecido, y hoy era el día en que empezaba a trabajar en una cafetería.
Me duché y arreglé para bajar por las escaleras y llegar a la sala. Mi madre adoptiva estaba del otro lado de la isla que separaba la cocina del comedor, bebiéndose un café. Al notar mi presencia, hizo el mínimo esfuerzo para voltear a verme.
Yo le devolví la mirada, indiferentemente y ella volvió a prestarle atención a su café.
— Recuerda lo que hablamos. — Sólo me dijo eso y volvió a hacer como si no existía. Yo sólo pronuncié un ''sí'' entre dientes.
Sin esperar más, salí por la puerta principal usando mis llaves y me fui rumbo a mi nuevo trabajo.
Tras unos minutos caminando, llegué al lugar y apenas entrar me llegó un agradable aroma a café.
— ¡Bienvenida! — Me habló un hombre alto que llevaba repostería al mostrador. — Mi nombre es Toni, tú debes ser ____, ¿no?
— Gracias, y sí, esa soy yo. Un gusto, ¿le ayudo con eso?
— Tutéame y no te preocupes, esta es la última tanda. — Dijo con una sonrisa mientras organizaba la comida. — Eso sí, ponte el uniforme que estamos por abrir.
— De acuerdo. — Entré por la puerta con el cartel ''Sólo personal autorizado'' y me cambié en los vestidores. Cómo tuve un mini-tour el día que me contrataron, no tardé en encontrarlo.
El uniforme consistía de un poloché blanco con cuello, un delantal naranja pastel con el logo del lugar, y pantalones/falda negros/a.
Al salir, Toni se encontraba volteando el cartel de cerrado a abierto. Yo me coloqué detrás del mostrador.
Al voltearse, Toni me sonrió y se colocó detrás de la caja registradora.
— Ahí viene el primer cliente, ¡suerte! — Susurró hacia mi dirección.
— Bienvenido, ¿en qué puedo servirle? — Dije cortésmente mientras observaba al hombre frente a mí.
— Una dona de chocolate, por favor. — Señaló la que quería. — Y un espresso macchiato. Para comer aquí.
— En camino. — El hombre pagó y después tomó asiento en una mesa de uno y preparé su orden. Saqué la dona del mostrador que me había señalado y la coloqué en un plato. Después, tomé un vaso y eché el espresso seguido de la espuma de leche.
Coloqué todo en una pequeña bandeja junto con unos sobres de azúcar. En lo que llevaba la orden a la mesa del hombre, escuché la campana de la puerta principal.
— Buen provecho. — Coloqué la orden en la mesa y me dirigí rápidamente al mostrador para atender el próximo cliente.
— Bienvenido, ¿qué desea? — No pude evitar mirarlo de más, el hombre frente a mí vestía de forma muy... llamativa. Tenía una especie de traje magenta que dejaba ver su pecho con una forma de corazón. También emitía un aura misteriosa.
— Un pudín.
— ¿Para llevar? — Dije mientras sacaba su pedido.
— No, gracias. — Sin más, el hombre pagó en la caja y se fue a sentar en una de las mesas.
Coloqué su pedido en un plato y lo llevé a su mesa junto con unas servilletas y un tenedor.
— Buen provecho. — Lo coloqué frente a él. El hombre me agradeció con una sonrisa cortés y me marché al mostrador.
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PASSIONATE [Giorno Giovanna x Reader]
FanfictionUna joven que acaba de cumplir los dieciocho con historial psicológico termina enredada entre los asuntos de los mafiosos. Mientras escapa de los problemas en su casa, intenta seducir al líder de la mafia más poderosa en Italia. ¿Qué podría salir...