Solté un suspiro.
El monótono tic tac del reloj hacía eco en la sala.
Habían pasado más de 2 horas y la psicóloga, por fin, parecía impacientarse.
— ____, ¿cuántas veces me harás repetirlo? El hecho de que puedas ver ''fantasmas'' no es normal en lo absoluto. Lo que ves es algo creado por tu imaginación y es por eso que intento ayudarte. — Me dijo, cansada de la situación.
— No estoy loca y estoy muy segura de que lo que veo es real. Que ustedes no lo puedan ver es otra cosa. — Solté mientras apoyaba mi barbilla en mi mano desinteresadamente.
Lo cierto es que llevaba una semana asistiendo al psicólogo, ¿por qué? Bueno, hace unos días se me ocurrió la grandiosa idea de contarle a mi madre adoptiva sobre... bueno, lo que sea que me esté siguiendo todo el tiempo y ella me tomó como loca. Lo cual debí de esperarme, tratándose de ella.
No sé qué me impulsó a hacerlo, obviamente no me iba a creer.
Suspiré de nuevo y desvié la mirada al suelo, irritada y cansada de la situación.
— Está bien. Terminemos por hoy. — Se levantó de su asiento y yo rápidamente imité su acción. Ella me observó por unos segundos. — Sólo quiero ayudarte, ¿sabes?
— Sí, sí, no tienes que fingir, sé que sólo lo haces por dinero. — Agarré mi mochila y salí, por fin, del sitio. No dándole tiempo a responder.
Suspiré de nuevo y eché mi flequillo hacia atrás, pasándome la mano por la frente.
— ¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí...? — Murmuré inconscientemente al recordar las partes desafortunadas de mi vida.
Fue entonces cuando noté unos cuernos puntiagudos asomarse por mi lado derecho.
— ¿Y tú qué miras? Es por ti que tengo que ir a ese sitio depresivo. — Observé a la culpable de mi desdicha flotar a mi lado.
Dicha culpable se trataba de un ser humanoide con un rostro femenino muy bonito; esta, a la vez, tenía características que me hacían recordar un tiburón y dos cuernos pequeños sobresaliendo de su corto pelo. Su piel era de un liso color blanco y celeste, mientras que sus ojos eran de un intenso color burdeos con pupilas negras y afiladas en el centro de estos.
El primer día que la vi y noté que los demás no la podían ver, pensé que me había vuelto loca, sin embargo, el ver que ella podía interactuar con el mundo real me mostró que ella no era una alucinación.
Terminé por aceptarla cómo la compañera de mi día a día; cosa que tampoco podía elegir porque, hasta el día de hoy, no tengo forma de deshacerme de ella.
Solté un suspiro.
— Supongo que realmente fue mi culpa por contarle a mi madrastra en primer lugar... - Murmuré mientras caminaba rumbo a mi casa. Ella simplemente me miró atentamente, como siempre hacía cada que le hablaba.
Con el paso del tiempo, me terminé encariñando un poco con ella; hasta pensé en ponerle un nombre, pero nunca se me ocurrió uno y terminé dejándolo de lado.
— Oye, niña. — Escuché una voz gruesa al pasar frente a un callejón oscuro.
Me volteé a verle, casi ofendida; ¡no me parezco en nada a una niña! / ¿quién se cree para llamarme así?
— ¿Te suena de algo el nombre de ''Pasionne''? — Me preguntó, murmurando. Yo lo miré confundida, a lo cual él me respondió: — Olvídalo. — Y desapareció por el callejón.
Yo me quedé viéndolo algo nerviosa. Ese tipo emitía un aire peligroso.
Sin perder más tiempo, apresuré mis pasos hasta llegar a casa antes de que se hiciera tarde o me hablara otro hombre misterioso con intenciones más malvadas.
Entré a la casa con la copia de las llaves que tenía y cerré la puerta detrás de mí.
— Ya llegué. — Dije en un tono elevado para que mi ''madre'' me oyese.
Sin esperar a que venga a saludarme, porque nunca lo hace, subo las escaleras a mi habitación y me encierro dentro, tirando la mochila al suelo.
Decido no distraerme con nada e ir a dormir directamente, puesto empiezo a trabajar mañana y prefiero dar una buena impresión no pareciendo un zombi por falta de sueño.
Sin embargo, al cerrar mis ojos para dormir, no pude evitar pensar en el nombre que mencionó ese hombre.
''Passione''... me suena de algo.
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PASSIONATE [Giorno Giovanna x Reader]
FanficUna joven que acaba de cumplir los dieciocho con historial psicológico termina enredada entre los asuntos de los mafiosos. Mientras escapa de los problemas en su casa, intenta seducir al líder de la mafia más poderosa en Italia. ¿Qué podría salir...