Capítulo 4

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— Entonces, nos vemos mañana, ____. — Habló Toni, tras haber cerrado la puerta del local.

— Sí, cuídate. — Me despedí también de él y él se despidió con la mano para después irse en una dirección diferente a la mía.

Empecé a caminar a la dirección opuesta, aún no segura de mi rumbo, mientras sacaba mi celular para comprobar la hora.

Eran apenas las dos de la tarde y habíamos terminado de trabajar ya que era un día feriado.

Consideré en qué gastar el tiempo el resto del día, o en otras palabras, buscar cualquier excusa para no ir a casa.

— Hmm... — Chequeé mi celular para ver si tenía alguna notificación o algo que me dé una idea de qué hacer, pero sólo encontré mensajes de la psicóloga que no me molesté en leer.

No había nada interesante en mi teléfono tampoco, por lo que simplemente lo devolví a mi mochila.

Observé mis alrededores mientras caminaba, buscando algo que me llamara la atención, hasta toparme con un lugar lleno de gente.

— Parece que hay varios puestos de comida. — Susurré, tras notar a mi compañera colocarse a mi lado cuando los platillos de dulces y comida llegaron a mi vista, recordándome que me había saltado el almuerzo.

Revisé mis bolsillos; hoy Toni me había dado algo de dinero, como estuvimos muy ocupados todo el día, insistió en que me comprara algo bueno para comer. Realmente hubiera preferido guardar el dinero para algo más importante, pero tenía bastante hambre, no quería ir a casa y sólo sería un plato igualmente, así que no gastaría mucho.

Tras haberme convencido, me dirigí al lugar, pensando en qué pedir.

Pasé por los puestos de comida, viendo las opciones; había platos de todo tipo de comida, incluyendo porcetta, aceitunas rellenas, piadinas, lampredotto, entre otras cosas. También había dulces, pero sólo planeaba comprar el plato que me llenaría más por hoy.

Me coloqué cerca de los puestos, viendo detenidamente los platos; no estaba muy segura de qué elegir.

— Todo se ve delicioso, ¿no? — Escuché una voz demasiado familiar a mi lado e inmediatamente volteé a ver. — Qué gusto encontrarla aquí. — Me sonrió, inclinándose hacia mí, tras notar que mis ojos cayeron en él.

¡Es el hombre del pudín!

— Ah... sí, tiene razón. — Le respondí, inclinándome hacia atrás algo nerviosa. Casi daba la sensación de que me lo encontraba demasiado, pero no parece alguien con malas intenciones... creo. — ¿Vino a comprar algo para comer también? — Inquirí educadamente.

— Sí, verá, de hecho quería ir a su local pero, para cuando llegué ya estaba cerrado. — Me contó.

— Oh, lamento eso, cerramos más temprano cómo es día feriado. — Le expliqué, al notar que parecía algo decepcionado por eso.

— No se preocupe, hubiera preferir comer allá pero, me parece que venir aquí valió la pena también. — Me sonrió nuevamente, y yo recordé lo que sucedió la noche anterior.

— Hmm... si no le molesta, ¿le puedo invitar a comer algo? — Tuve la valentía de preguntarle. Le pregunté porque quería devolverle el detalle de la otra vez, pero mentiría si dijera que no me interesa conocerle.

El me miró, algo sorprendido, aunque pronto su asombro se reemplazó con una sonrisa.

— Con mucho gusto, pero no es necesario que pague por lo que pida.

PASSIONATE [Giorno Giovanna x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora