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CAPÍTULO 14 (FINAL)

Pov Normal

Era tradición que cada año la familia Volkov hiciera una gran fiesta para la familia, los amigos y posibles inversores para sus empresas, pero este año el patriarca de la familia había decidido que sería un evento únicamente para sus seres queridos, por tal motivo únicamente se encontraban los hermanos Volkov con sus parejas e hijos y Greco.

Horacio por su lado se encontraba vestido con un suéter navideño color blanco, sentado en un sofá lejos de la familia mirando como Alexandra le enseñaba a su bebé la decoración del árbol navideño, mientras los hijos de su hermano Alexander aprovechaban para tomarle fotografías al cachorro y los señores Volkov miraban la escena con unas sonrisas enternecidas al ver a la familia reunida en la sala.

El moreno de cresta, ahora de color roja, alcanzó a ver a Nikolái y Greco parados a la entrada del salón junto a su novio de dos metros vestido de Papá Noel, lo hacía cuando sus otros sobrinos fueron unos bebés y ahora lo repetía con Mijaíl. Le pareció que su novio era un bobo, en el buen sentido, y se sentía emocionado por verlo vestido así.

-Greco, ¿está todo arreglado con la sorpresa? -. Dijo por bajo Volkov a su amigo.

-Por supuesto, esta todo controlado. No te preocupes-. Le respondió en el mismo tono.

-Bien Viktor ¿estás listo? -. Pregunto el médico a su cuñado.

-Sí, espero no se asuste-.

Viktor suspiró y cambió su semblante por una sonrisa y con su voz diferente, tratando de imitar a Papá Noel con sus Jo jo jo. Se dirigió a Alexandra quien volvió hacía su hermano con su bebé. El pequeño miraba asustado a su tío a quien no reconocía y se puso a llorar fuertemente, sacando una risa a los adultos de la habitación. El más alto en un intento por calmar al cachorro comenzó a emitir sus feromonas para que lo pudiera reconocer. Les habían dicho unas semanas atrás a sus padres, que su hijo sería un dominante y que desde temprana edad ya sería sensible a las feromonas.

-Dime Horacio ¿qué tanto le ves a mi hermano? Creo que es aburrido y muy serio, pero ¿qué te gusta de él? -. Detrás de Horacio, Alexander se había apoyado en el sillón. El moreno vio a su novio quien trataba de sentar al bebé en sus piernas y este se resistía.

-Bueno... me gusta mucho su rostro. Creo que podría pasar horas viéndolo, pero él no es aburrido. La pasamos muy bien cuando estamos juntos-.

-Pufff... ustedes también parecen sacados de un cuento de hadas-. El ruso rio y Horacio le acompaño con una carcajada más discreta. -Bueno, iré a la cocina a traer algunas bebidas. Espero tu novio no termine llorando junto a Mijaíl-.

-Está bien-. "Me siento tan fuera de lugar en esta casa, no sé cómo le hace Nikolái para integrarse tan bien con ellos". Siguió tomando champán de una copa que tenía desde hace un rato. Se había quedado embobado viendo el rostro de su novio, quien lo miraba con ojos de súplica porque no sabía que hacer con el bebé.

"Horacio ayúdame por favor" le decía telepáticamente a su novio. Pero este reía con la escena, no le quedo de otra que entregar al cachorro a su propia madre para que sus sobrinos se acercarán para que jugarán con Mijaíl. Él por su parte salió del salón y se dirigió a la parte superior de la mansión a quitarse el disfraz y poder pasar abrazado a su novio.

El dueño de sus pensamientos se presento a la entrada de la habitación donde se había comenzado a desvestir. -Vik, ¿podemos ir a otro lado de la casa? –

- ¿Qué sucede? –

-Quiero darte algo-. El moreno salió de la habitación seguido por el más alto, hasta llegar al cuarto que estaban compartiendo desde el día anterior.