Capítulo 27

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*Ha Eun Pov.*

Tras esa sincera conversación, Jess me pidió que no dijera nada de su confesión. Quería mantener esa situación en secreto, ya que sabía cuál sería la reacción de su familia. En especial por Victoria, ya que no solo se sentiría culpable, sino que la culparían del hecho. Y según hablé con Jess, ella quiere dejar esa situación atrás ya que Victoria ha cambiado mucho. Aunque al inicio le costó, le ayudó ir a terapia y fue su terapeuta que nos pidió, la dejemos encargarse de la organización de la boda para que se pudiera involucrar de manera más sentimental.

Nos íbamos a casar en una iglesia y me sorprendió saber eso. Aunque sería frente a un juez, en Inglaterra es normal que permitan alquilar las iglesias para bodas entre parejas del mismo sexo. Y la iglesia que nos consiguió Victoria era la iglesia St. Michael en Alnwick. Casi 6 horas de viaje al norte de Inglaterra. Fue agotador, pero merecía la pena.

Una vez establecidos en el hotel, ayudamos a recibir a los invitados y organizar la cena de ensayo. Jamás he vivido este tipo de boda, más porque mañana sería nuestra boda al medio día. Estaba contando internamente las horas y me tenía nerviosa.

Ya me había probado el vestido que me regalaron mis padres. Lo habían traído de Seul y debo decir que es una belleza, parezco una princesa. Más porque tendré una tiara que me prestaría Elizabeth. La tradición dice: algo prestado, algo nuevo algo viejo y algo Azul. La tiara que me prestaría Elizabeth es vieja y prestada. El vestido era lo nuevo y mis aretes eran de diamantes azules. Eso fue un regalo de Won, luego de que le pedí que fuera mi “dama de honor”. Cuando me quise dar cuenta, me los había comprado y no quise preguntar por el precio, aunque sabía que habían salido carísimos. Recuerdo que cuando me los regalo, me dijo que como su hermana menor quería darme un lindo detalle. Y era cierto, él es un hermano para mí.

Ahora era la cena de ensayo y estaba junto a Jess. En modo broma, hoy me había puesto un traje con corbata y ella un vestido. Ya que para mañana haríamos al revés. Le pedí a Jess que su traje fuera sexy, de esos con escote y mi bella prometida me cumpliría el deseo. Así que estaba tomando su cintura y me miraba en su vestido negro con detalles rojos.

—Estas muy sexy en ese traje, debo decirte. —Me dijo y sonreí.

—Tú estás comestible. —Le dije y miré descaradamente su escote.

Me miró riéndose y nos quedamos viendo por un momento. Solo que una voz nos interrumpió.

—¡Pero mira nada más! —Dijo la voz de una mujer con acento escocés—. ¡Si es una maldita Sassenach! ¡Y todavía lesbiana!

Noté que Jess la miró y cuando observé, venía del brazo con una chica coreana. Y la reconocí por la foto, era Megan, su amiga de la universidad.

—¡Pero mira nada más! ¡Maldita jacobita! —Le dijo Jess y me reí, al igual que muchos alrededor—. ¡Y mírate! ¡También saliste lesbiana, doctora!

Levanté las cejas al ver que se miraban con desafío. Y noté que la mujer que estaba con ella negó riéndose. Hasta que comenzaron a reír y Jess se soltó de mí para acercarse a ella y darle un abrazo. Sonreí al verlas darse ese hermoso abrazo y cuando lo cortaron se miraron.

—¡Hasta que te vas a casar! ¿No era que ibas a quedarte soltera? —Le preguntó Megan y Jess se rió.

—Bueno, una coreana me hizo cambiar de opinión. Y según veo en tu mano tú también cambiaste de opinión. Recuerdo que dijiste que jamás te ibas a casar.

Las dos se rieron y Jess me acercó, mientras Megan acercó a la mujer a su lado.

—Bueno, primero preséntame a tu futura esposa. —Le dijo Megan y Jess me abrazó.

Love At First Sight - Original StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora