Capítulo 32

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*Ha Eun Pov.*

Llegamos al hotel y lo primero que hicimos fue recostarnos en la cama, abrazarnos y darnos besos.

—¿Crees que haya funcionado? —Me preguntó y asentí.

Estaba de lado, abrazada a su cintura y dejando besos en su mentón.

—Creo que sí, pero de todas formas... Quiero asegurarme de verte embarazada.

Tras decir eso, lleve mis labios a su cuello y suspiró.

—Amor, no sé si podemos hacerlo ahora. Acabo de inseminarme.

—Megan dijo que esto ayudaría, así que déjame hacerte un bebé.

Sonrió enorme y regresamos a los besos. Mis labios y los suyos se fundieron, mientras mis manos y las suyas, tocaban el cuerpo de la otra. Llevé mi mano bajo su remera y dejé que mi mano tocará su pecho, adorando el cuerpo de mi esposa. Alejé mi mano de su pecho lentamente y baje por su vientre, al tiempo que nos dábamos un profundo beso. Mis ojos estaban profundamente cerrados, sentía sus labio s acariciando los míos, su lengua asomándose y el sonido de ese simple gestó resonó en la habitación cuando mi mano se coló debajo de su pantalón.

Llevé mis dedos bajo su ropa interior y la toque delicadamente. Había pasado por una inseminación y no quería ser bruta por las dudas. Me limité a ser simple, así que tan solo la toqué, hasta sentirla humedecida. Sin abrir los ojos, saqué mi mano para bajar su ropa y poco a poca la desnudé. Me alejé de su beso para terminar de desnudarnos y abrir la cama.

Desnudas, nos metimos bajo las sábanas y nos miramos con dulzura. No quería tener sexo con ella, quería hacerle el amor. Así que me acerque a dejar besos delicados en su mentón y su cuello, sonriendo y llevando mi mano a la suya. Entrelazados nuestros dedos e interrumpí los besos para llevar su mano a mis labios y dejar un beso la alianza. La sentí reír un momento y acercarme para besarme.

Ahí fue donde sentir sus manos tocarme al tiempo que la toque a ella. Justo cuando nuestras piernas se entrelazaron y quedé encima. Fue tan delicado y precioso, no teníamos prisa. Nos besamos con delicadeza y mi pecho se regocijaba ante la sensación de tenerla así conmigo.

—Te amo... —Le dije en coreano, en medio de los besos—. Te amo, Jess...

—Te amo, Ha Eun... —Me contestó, en coreano.

Me moví de la posición en la que estaba para acercarme a su pecho y llenarlo de besos. Quería hacerla sentir placer junto con lo mucho que la amo. Atendí sus pezones y los degusté a mi antojo. Sus gemidos inundaron mis oídos y, con mis ojos cerrados, bajé con besos por su vientre. Sonreí ante la imagen de que un bebé estaba comenzando a gestarse aquí y fui dulce. Sus manos dieron caricias a mi pelo y supe que adivinó lo que hacía.

Cuando me acomodé entre sus piernas, ahí fue donde pasamos de ser dulces a candentes. Nos encendimos y mi lengua encendió su cuerpo. Fue hermoso encenderla y sentirla intercambiar lugares conmigo, hacerme lo que hice con ella y finalmente, dejarme quedar encima para unir su centro con el mío. Inicié con movimientos lentos, dándole besos y gimiendo sin decoro.

Nos miramos a los ojos y nos aferramos a la otra, expresando el enorme placer del momento y sonriendo con diversión, permitiéndonos ser un poco intensas. Y llegamos a un punto en que estábamos con las pieles sudadas, abrazadas y besándonos mientras sus manos me sostenían de los glúteos, para mantenerme cerca. Aumenté el ritmo y regresé los besos, mezclado con gemidos.

—Mi amor... Estoy cerca. —Me dijo y gemí de excitación al escuchar eso.

—Yo también... Estoy cerca... Siénteme... Mi amor...

Love At First Sight - Original StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora