PÉGATE A MÍ (Kei Tsukishima x TN)

Cap 24

🌸 _____ 🌸

Otra humillación, ya lo imaginaba.
Revisé mi carpeta una y otra vez, hasta donde recordaba mis trabajos estaban bien hechos, tal vez me había faltado un signo, un paréntesis, algo... Algo que ameritara el error... Pero no era así.

Yamaguchi: ¡_____!

Escuché a mi amigo el Pequis llamándome desde afuera de los baños.

_____: ¡Ésta vez lo hice bien!

Respondí sintiendo ya un nudo en la garganta.

Yamaguchi: yo sé que lo hiciste bien, pero podemos revisar juntos otra vez y corregir si es que hay un error... ¿_____?

No lo pude evitar y me senté en el suelo del baño pegada a la puerta, mis lágrimas no quisieron permanecer dentro de mis ojos más tiempo, pues ardían, como gritando que una crisis estaba por llegar y que necesitaba desahogarme. Pero en lugar de hacer caso a mis respuestas físicas lo reprimí, no quería que Yamaguchi me escuchara llorar de una forma escandalosa.

Y en consecuencia de la represión, comenzó a faltarme el aire.

No respiraba, el pecho me dolía y una terrible comezón comenzó a apoderarse de mi cuerpo.

Yamaguchi: ¿_____?... ¿Estás bien?...

Escuché la perilla de la puerta, no tenía seguro, pero al parecer Yamaguchi lo dudó antes de abrir.

Yamaguchi: ¡_____ sal por favor!...

Entre las súplicas de mi amigo, escuché una segunda voz... Una chica... ¿Yachi?

Yamaguchi: ¡Hitoka ayúdame a sacar a _____ del baño!

Ví la puerta abrirse, y mi amiga rubia entró corriendo, intentando levantarme del suelo en donde ya estaba sosteniendo mi cabeza en busca de oxígeno.

Como pudo, porque estaba temblando demasiado, Yachi me levantó y me llevó hasta el lavabo, mojando sus manos y pasándolas por mi rostro.

Lentamente fuí recuperando el aire, pero la presión en mi pecho seguía, aunque ya no tan fuerte como antes. Es terrible esa sensación, la desesperación al no poder respirar y sentir que te vas a morir en cualquier momento...

Pero no sucedió nada más.

Mis manos aún temblaban cuando por fin accedí a salir del baño.

Yachi: ¿Segura que estarás bien?

_____: eso creo...

Yamaguchi: yo la cuidaré, no te preocupes Hitoka.

Más tranquilos los tres, Yamaguchi me llevó nuevamente al salón, cuidando que mis mareos momentáneos no me tiraran de las escaleras.

Apenas abrí la puerta del salón sentí la mirada de Tsukishima en mí. Y desde luego que las de mis compañeros también.

?: _____, el director vino a buscarte, te quiere ver en su oficina.

_____: ¿Para?

Kenta: se obedece, no se pregunta.

No hice ningún gesto, y salí nuevamente del salón. Caminé lentamente por el pasillo que daba a la dirección, trataba que mis manos dejaran de temblar pero era imposible.

¿Debería llamar a Aldo?

No, tal vez se molestaría si le digo que entré en crisis una vez más... Aunque...

Saqué mi teléfono y busqué el número de mi terapeuta. Lo observé unos segundos pero decidí no llamarlo.

Avancé unos pasos más y toqué la puerta, recibiendo una respuesta rápida del director indicándome que pasara.