Felicidad mientras jugabas,
nunca te cansabas,
la noche llegaba ,
y dormida te quedabas.
Recuerdos se volvieron,
los años respondieron,
tu niñez marcaste en ellos,
una amistad dejaste en ellos.
El jardín sin tristeza te vio crecer,
vio tu alma florecer,
tus canticos y poemas recitar,
la niña creció para vivir y luchar.
Ahora la despedía,
con una suave melodía,
el corazón le partía,
la niña tenía que seguir su vida.
Dolorosamente la bella poetisa ha perdido su alma,
Anotó tanto sobre la vida que de vivirla olvidó.
