Esa última mirada que tu tristeza ha reflejado mi corazón se estrujó, se rompió y mi mundo ardió quemaba tanto que hasta te olvidó.
El último abrazo, el sentimiento de ser descocidos ha emanado y no pude recuperar la cordura después de ese "hasta aquí hemos llegado".
Ese "te he olvidado" me lo has jactado, tanto que lo has borrado lo pronuncio y me haz provocado, mi alma destrozada echa verso esta, que hasta mentir me has hecho causar.
Lo nuestro, amor mío, lo nuestro hasta los dioses lo han envidiado que lo hemos disfrazado de poesía que hemos olvidado y aún así nos extrañamos.
Nuestro pasado embalasado estaba tanto que ni nuestros páginas alcanzaron a delatarlo, y es que nuestra historia aburrida solo era nuestra y con solo una sonrisa era suficiente para el infierno llevarnos y nunca separarnos.
-Perdón, pérdon por siempre fallarte,
mi dulce niña de ojos color cielo y delicado sentir
