1. Ha Nacido un Pajero

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Para Todoroki, explorar su sexualidad era algo muy difícil. En especial porque no entendía bien cómo funcionaba la pornografía. Vio un par de videos pero ninguno le ocasionó ese "wow".

La mayoría de veces donde su polla se levantaba, tenía que ver más con un roce accidental o una erección matutina. Y en ambos casos, su amigo siempre se relajaba después de un rato o con una ducha fría.

Todoroki siempre fue un chico extraño. Que pensaba que su sonrisa mataría –literalmente– a las chicas.

Por ello, no era raro que estuviera perdido a sus 15 años. Además, con la vida que llevaba, tenía cosas más importantes de que preocuparse que de masturbarse.

Pasaron uno, dos años. Hasta que al final y durante el último año de la academia, ya con 18 años, Todoroki floreció. Estaba listo mental y físicamente para jalársela y solo necesitó un incentivo atractivo para activar su calentura.

Durante un entrenamiento, Yaoyorozu cayó sobre él, sus pechos directamente en su cara, y por primera vez, Todoroki tuvo pánico cuando su polla comenzó a endurecerse de la nada.

Yaoyorozu se levantó tan rápido como cayó, sonrojada y disculpándose, y luego huyó.

Todoroki también huyó, a su habitación. Pensó en lo que pasó, en cómo le afectó. Su mente comenzó a llenarse de imágenes. De tetas, de coños, de culos, mientras acariciaba lentamente su polla.

Su gesto era pensativo mientras sucedía todo, y decidió volver a ver un video porno para sacarse la duda.

Ahora tuvo el efecto que debió tener antes. Lo puso cachondo. Se masturbó con el video, observando atento el coño de la chica hasta que ya no pudo más y se corrió. Después de recuperarse, pensó en qué fue lo que desató su deseo sexual.

Siempre vio a Yaoyorozu como su amiga, por lo que le sorprendió que ella fuese el detonante de sus erecciones.

No negaba que era linda y de buen cuerpo, además de inteligente y encantadora, pero la conocía desde primer año y nunca le sucedió nada similar a lo de hoy.

Cuando finalmente se vino, limpió todo con un pañuelo, mientras su mente pensaba una y otra vez en qué iba a hacer al respecto.

Era su primera vez cachondo, por lo que no entendía cómo funcionaba su cuerpo. ¿Acaso Yaoyorozu le gustaba?

Decidió meditar sobre ello en el baño. Tomó sus cosas y se fue a las duchas comunales. Después del entrenamiento y el accidente ya había pasado mucho tiempo por lo que no era probable encontrarse con alguien.

Y era lo mejor, porque Todoroki quería pensar solo.

Mientras se desvestía pensó en las posibilidades. Si Yaoyorozu le gustaba, o al menos le atraía sexualmente, ¿podría llegar a algo con ella? Es decir, él es virgen, no sabe una mierda, pero quería saber; porque si masturbarse se sintió genial, no duda que tener sexo sería muchísimo mejor.

Cuando Todoroki entró desnudo al baño, fue que se dio cuenta de cierto individuo que también estaba desnudo, y que recién se levantaba de la bañera.

Se miraron 3 segundos, que parecieron más, hasta que el otro volvió a tirarse en el agua casi tan rápido como salió.

Todoroki quería no pensar mucho en ello, pero después de lo que vio, no podía. Su sesión de masturbación volvió a su mente y para esconder su erección se metió en la bañera. El silencio fue incómodo, pero Todoroki lo rompió cuando su curiosidad no pudo más.

– Bakugou – Llamó – ¿Te pasó algo en el pene?

El rostro del mencionado se sonrojó, y hundió más la cara en el agua como intentando huir. Su ceño se frunció pero no le devolvió la mirada a Todoroki en ningún momento. Bakugou farfullaba algo que no se oía, pero por las burbujas en el agua, parecía ser un recital.

Esto NO cambia nada... ¿O sí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora