5. Co_er o ser Co_ido, ¿M o G?

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Bakugou tenía el problema de que no sabía qué hacer con su entrepierna.

Pese a que conoce cómo funciona el aparato reproductor femenino, no tiene idea de cómo usarlo.

¿Cómo usas algo que tienes por primera vez? Técnicamente volvió a ser virgen, pues la polla que tenía antes dejó de existir.

Explicarle a Todoroki qué hacerle a un coño debía ser sencillo. Pero enseñarle con un coño de prueba –su coño–, era una cosa diferente.

Todavía intenta aprender más de lo que sabe. Intenta saber por qué el clítoris es más sensible, por qué sus dedos no le producen el mismo placer que los de Todoroki, etc.

Todavía es un explorador de su nueva parte anatómica. Pero de una cosa está seguro.

Quiere coger.

No sabe por qué eso le sorprende tanto. Está en la edad de la calentura, debería querer coger.

Pero hace tiempo, hace a.C. –antes del coño–, nunca se levantó una mañana y dijo: joder, que cachondo me siento, quiero coger.

Las 2 veces que tuvo sexo no se levantó esa mañana pensando en coger. Si lo hizo fue porque el momento fue propicio, no porque hubiera sido lo único en su mente.

Ahora lo único en lo que pensaba era en coger, en follar, en tener sexo, en meterse algo grueso y duro por la entrepierna hasta saciar ese impulso caliente que le hormigueaba el vientre.

Y eso no era lo peor, lo peor era que la idea le aterraba. No quería meterse algo por ahí, pero su cuerpo necesitaba meterse algo por ahí.

¿Tenía algún sentido eso? Para Bakugou sencillamente no. Era mucho mejor cuando tenía polla. Todo era más fácil, más simple.

Pero con eso del quirk que le golpeó –y del cual, aun no encuentra al responsable–, y que Todoroki le descubriera y medio chantajeara, adquirió conocimientos y experiencia.

Pero no pensó que hasta el punto de ser un pervertido cachondo que lo único en su mente fuera coger.

Ahora, estaba preparado, mentalmente y –un poco– físicamente. Durante todo el día Todoroki no fue disimulado con sus miradas, y Bakugou casi se sintió descubierto.

Pensaba que en cualquier momento, Todoroki iría directo a él en medio de la clase y sin importarle nada preguntaría si ya podían follar.

Por suerte no lo hizo. Y las clases terminaron sin ningún inconveniente al menos para ellos.

Pero ahora Bakugou estaba más cerca de su destino. Cada hora que pasaba era una advertencia de que pronto dejaría de ser virgen.

Cuando la virginidad se quitaba metiéndole algo a algo, a Bakugou lo tenía sin cuidado. Ahora que su virginidad se iba al meterse algo, bueno, ya le daba más miedo.

Todoroki no le dejó descansar mentalmente. Apenas las clases terminaron, él se ofreció a acompañarlo a los dormitorios. No estaba siendo nada sutil.

Bakugou no respondió más que empujando su cara lejos de él, aguantando las ganas de explotarlo. Se fue caminando rápido y con zancadas ruidosas y Todoroki se apresuró en seguirle.

Para el resto de sus compañeros fue extraño pero no era algo que requiera su intervención, así que lo dejaron pasar y siguieron en lo suyo.

Bakugou fue claro con Todoroki. Iban a coger en su habitación a las 5 de la tarde. Después de que ambos se dieran una ducha –Bakugou a escondidas– y de que Todoroki tuviera todo listo.

Esto NO cambia nada... ¿O sí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora