Por la Libertad

A Roma

Capitulo 4

 Al pasar los días, seguía internado, el dolor físico ya era menor que antes, pero el emocional me estaba matando de a poco.

 Eran las 5 de la tarde cuando entro una de las enfermeras de turno y me dijo:

 -Buenas tardes Santino, me dijeron que ya está en la ciudad tu tía, Debes estar muy contento ¿no?

 -¡¿Qué?! ¡¿Ha venido de Roma a verme?!

 No era que fuese una mala noticia solo algo rara, la tía Alicia no solía prestar tanto interés por mí, es mas solo la vi una vez en mi vida, cuando nuestro avión hizo escala en Roma, pero fueron solo una horas.

 Unas horas después, entro a la habitación una mujer alta, con cabello oscuro hasta la altura de los hombros, era flaca y lucia una calza ajustada y una blusa blanca, enseguida supe quien era...

 -¡Santino! Cuanto tiempo, oí lo de tus padres, cuanto lo siento, nunca fui muy apegada a mi hermana, pero me dolió mucho cuando me entere la noticia.

 -¡Tía Alicia! Cuanto has cambiado, ya casi no tenia recuerdos de ti.

 -Lo entiendo casi no nos hemos visto, pero eso es cosa del pasado, quisiera preguntarte algo... ¿Te gustaría ir a Roma conmigo?

 Esa pregunta ya me la venia venir, aunque nunca en verdad me puse a pensar realmente en lo que significaba ir allí, dejar todo lo que conozco no era fácil.

 -...Claro que no tiene que ser para siempre, tal vez unos meses hasta que todo pase.

-Claro, me gustaría ir contigo. Mi respuesta fue algo insegura pero no tenía otra opción.