La zona

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Capitulo 3

-¡Quedan arrestados! Sonó la potente voz del soldado.

···Llego el fin, ¡maldita sea! Justo hoy tuve que seguir el impulso de Antoni. Pensé para mí.

 Con mis ojos buscaba algún hueco por donde escapar, y mi mente solo anhelaba  que fuera un sueño, pero claro que no lo era, hace años que vengo deseando despertar, y era obvio que no iba a pasar eso hoy, este es el mundo en que vivo, ya es hora de aceptarlo y enfrentarme a la realidad, claro... lástima que me di cuenta justo al final de mi vida.

-¡Tranquilos oficiales podemos arreglar esto! Dijo Antoni sonriendo.

  De repente un silbido cortó el aire, y luego otro, ¡y otro más! Uno a uno nuestros atacantes fue cayendo al suelo, me sentí confundido, y feliz de haber sobrevivido, con la vista busque a nuestro salvador.  Y en lo alto de un abandonado edificio, una hermosa rubia nos sonreía, estaba más que feliz de ver aquel conocido rostro, pero ya abra tiempo de hablar con viejos amigos, ahora tratare de estar seguro lo más rápido posible.

 -Se ve la alegría en tu rostro, hace mucho que no la veías eh...

 -Camina callado Antoni, todavía no supero que casi nos hayan matado por tu culpa.

 -Claro claro como ordenes, yo solo quería un poco de comida, y además no te obligue a seguirme.

 Bajamos a las alcantarillas, y caminamos en dirección al cuartel, esta era la única base rebelde que se encontraba en Italia, y la más grande desde la caída de Francia.

 El camino era corto pero confuso, parecía un laberinto, y equivocarse significaba la muerte, cada camino estaba enumerado, aunque algunos números eran difíciles de distinguir, ya que estaban cubiertos de polvo, moho y otras sustancias desconocidas pero no precisamente con olor a rosas.

 -Santino, ¿seguro recuerdas bien el camino? No quiero terminar muerto o perdido, seria vergonzoso esperar un equipo de ayuda.

 -¡Claro que estoy seguro! Tengo memorizado el patrón, 553516, lo estuve repitiendo varias veces antes de salir.

 Una luz al final del pasillo nos indico la entrada a nuestro destino, si bien no ganaba el premio a el cuartel más ordenado, estaba bien, era muy espacioso, el salón principal estaba repleto de mesas con planos, libros y mas, rodeando a estas había varias personas planificando rutas u otras cosas, se nota que el ambiente estaba espeso, la cara de la mayoría reflejaba preocupación y angustia.

 - ¡Por fin llegan! Los hemos esperado toda la noche. Dijo el capitán Johnson.

 -Tuvimos algunos problemas y decidimos refugiarnos durante la noche.

 -Escúchame Santino la próxima vez, vuelve al cuartel sin pensar dos veces. Tienen media hora para descansar, luego saldrán a buscar al equipo 11, tampoco ha regresado.

 Antoni reflejo su enojo en su rostro y dijo:

 -¡¿Qué?! Recién hemos llegado ¿no pueden ir otros a buscarlo?

 -Escúchame aquí todos somos compañeros, deja de ser tan flojo y prepárate, de lo contrario puedes marcharte. Aunque sereno la voz del capitán sonaba autoritaria y con un toque de ira.

Por la LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora