Amor a segunda vista.[L.S]

Louis

20/5/20

Un mes.

Nuestro pequeño cachorro tenía un mes  y dos semanas en la barriga de Harry. La primera consulta fue hace unos días y eso nos habían dicho.

La pancita de Harry había comenzado a crecer. Pero solo era un muy pequeño bulto.

Yo se la besaba cada que el me dejaba, porque decía que era algo tonto besar la pansa si el bebé estaba dentro.

–¿Que te parece el nombre Emma?

Me cometa Harry.

–El que tú quieras.

–Pero debes decidir tú también. Es hijo de los dos, ¿O planeas irte y por eso no decides nombre?

Yo sonrió desde la cocina.

–Si, estoy planeando mi escape.

Era un chiste, pero poco después escucho la puerta de su habitación ser cerrada con fuerza.

La cague.

Voy enseguida y toco la puerta.

–¡Vete a la mierda si tanto quieres!

–¡Harry, era un chiste! No voy a irme a ninguna parte.

–Estas cansado de mi, lo sé.

–Abre la puerta, omega.

Pocos segundos después el la abre molesto.

–No puedes seguir pensando que voy a dejarte siempre. Metete en esa hermosa cabeza que tienes, que yo no voy a irme jamás, aunque tú me saques a patadas de la casa, yo me quedaré en la puerta, siempre estaré aquí.

–No hagas esos chistes, jamás.

–Bueno, cielo. Pero no pienses que voy a irme.

Lo atraigo a mi pecho y el se tranquiliza un poco.

–Emma es un lindo nombre. Pero si es hombre le pondremos Luca.

💕💕

20/6/20

Dos meses tenía Harry cuando fui a sacar mi tercer parcial. Aprobado, obviamente. Decidí llevarle unas flores porque era muy bonito.

A la mitad de camino me llama.

–Hola, cariño.

Hola Lou. ¿Podrías traer algo de aceite de coco?

–¿tienes algo en mente?

Si, quiero prevenir las estrías y hacer que me crezca an las pestañas. ¿Podría traer manzanas verdes también ?

–Lo que tú quieras.

💕💕

Llego a la casa y no veo a Harry en el sofá como siempre. Voy hasta la cocina para dejar las cosas en la heladera y el aceite en la alacena.

–Mi amor, Ya llegue.

Escucho que algo se cae en la habitación y voy a abrir la puerta pero el me gana.

–Hola, Lou.

–¿Está todo bien?

El me mira y asiente rápidamente.

–Ven.

Me toma del brazo y me adentra a la habitación. Estaba a obscuras con su luz de noche prendida. Pero era de día.

–Compre lo que pediste. Iba a comprarte flores pero estaba cerrado.

–No pasa nada, puedes darme algo mejor.

Me dice sentándose en mi regazo y ya puedo ver a donde va esto.

–Soy todo oídos.

El me deja un pequeño beso en los labios antes de comenzar a repartir besos por mi cuello.

–Puedes tocarme.

–Si, puedo hacerlo.

–Puedes anudarme.

–Eso suena bien.

Comienza a moverse en mi regazo y el resto es historia.

💕💕

5/7/20

Había decidido llamar a mi padre una noche mientras Harry dormía. El me había dicho que estaba libre y planeaba contarle todo.

No iba a mentir. Me sentía nervioso.

Cuando atendió la llamada yo estaba mirando al cielo obscuro en el balcón.

–Hola, Louis.

–Hola, papá.

–¿Que era lo que querías contarme con tanta urgencia?

–Bueno, comenzando por que encontré a mi omega. Se llama Harry y es maravilloso en verdad.

–¿Hace cuanto?

–Hace medio año.

–Y recién ahora me lo dices. Enhorabuena, muchacho.

–si, bueno. Eso no era lo único. El esta en estado.

Se queda en silencio por unos segundos.

–Poco tardó en dejarse preñar.

Contengo un gruñido que amenazo con salir.

–No, fue un despiste.

–Oh, ¿Entonces te vuelves a America o ya sabes como hacer que te deje tranquilo?

–No, nada de eso. Es mi cachorro, voy a acompañarlo en todo momento y lo voy a criar.

–Louis no seas idiota.

–Es mi Omega.

–Hay muchos más. No tengas hijos ahora.

–No me importa si hay muchos más, lo quiero a él.

–Es Que a esta edad...

–Ya soy un maldito adulto, Mark. A esta edad nada. Se decidir por mi mismo y voy a tener a ese cachorro. Solo quería decírtelo.

–Pues espero que disfrutes viviendo en la calle. Porque yo no lo voy a apoyar.

Me corta al instante y siento las lágrimas caer de mis ojos como cascadas. No estaba preocupado por el dinero, vendería mis ojos y trabajaría días para que ellos vivieran bien.

No podía evitar sentirme mal por no tener el apoyo de mi padre.

Unos brazos delgados me abrazan por atrás. En el silencio escucho su corazón latir contra mi espante y su barriguita ya un poquito más marcada.

–Lo siento, Lou.

me volteo a abrazarlo mejor. Cubrirlo con mi olor.

–Estas... Lou, estas llorando, alfa. No.

Pongo su cabeza en mi pecho y poco después siento sus lágrimas correr.

–Tu no te preocupes, cielo. Nunca les va a faltar nada.

–Yo voy a trabajar, obviamente.

–No trabajarás por necesidad, trabajarás por que tú quieres.

–Trabajaré porque no soy un mantenido.

Besó su cabellera despeinda.

–Es muy lindo lo que le dijiste de nosotros. A tu papá.

–Solo la verdad.

–Te amo.

–Y yo a ti. Más que a nada.

Mi padre podría hacer lo que quisiera. Mi prioridad eran ellos ahora.