¡Fɪʀᴍᴀ ᴍɪ ᴄᴀᴍɪsᴇᴛᴀ!

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Ya me había despertado desde hace tiempo, solo que seguía en mi cama intentando volver a sumergirme en un activo sueño.
Ah~ la juventud y sus hormonas... tal vez era la más cuerda entre las chicas de mi edad.

"TAL VEZ".

Mis sueños me dicen lo contrario, pero no puedo juzgarme a mi misma por tener estos gustos tan exigentes que no se ven en la vida real, por lo tanto la única y lamentable manera de experimentarlos es por medio de cortas, creativas y fugaces fantasías.

"Vaya, estas hablando como una actriz de telenovela turca".

Sísí, que gran halago.

"Sabes que no es un halago".

Como pueden ver, tengo constantes batallas con mi archienemiga mental. Osea yo misma, solo que menos cool.

Soy una persona que sobrepiensa absolutamente todo, pero, extrañamente no quita que mi personalidad sea impulsiva, lo que me hace razonar que si la vida te da naranjas debes exprimirlas en un vaso de leche y por consiguiente tomarlo, aunque luego estaría arrepentida y asustada de que la causa de mi muerte sea una diarrea crónica.

Explicandolo más brevemente; si quiero hacer algo lo haré, mientras tanto pensaré en todas sus consecuencias con un grado de exageración, pero, lo haré.

Admiren mi perseverancia ᕙ( ͡≖ ͜ʖ ͡≖)ᕗ

"Eso es TERQUEDAD ( ͡¬  ͟ʖ ͡¬)".

Lo que sea. Hoy es un día especial, ¿creo?, mis padres están como locos, tratando de arreglarse lo más rápido posible para ir a ver el partido de mi hermano mayor Isagi Yoichi. Quién iba a creer que ese tonto de hace unos meses se estaría enfrentando actualmente con el equipo U-20 de Japón. Lo que no entiendo es en que me incumbe eso a mi, para que interrumpan mi agradable pereza mañanera.

- ISAGI IMA- dijo mi madre, mientras abría la puerta de mi habitación ruidosamente. -Ya levántate, el partido de Yoichi será en 11 horas ¡LLEGAREMOS TARDE!

En definitiva, si yo soy exagerada, mi madre podría ganarse un Guinness.

- Ay mamáaaaa, el partido es en la nocheeee- dije incorporándome para mirarla con cierto fastidio.

- ¿Cuántas horas crees que estaremos haciendo fila?- mencionó devolviendo la misma mirada de fastidio y obviedad.

- Solo 5 minutos más... que sean horas... mejor días, sísí, 5 días más- Adormilada volví a acurrucarme entre las sábanas, pero, de repente tiraron de mis pies causando una desastrosa caída.

- Ve a bañarte y baja a desayunar- fue lo último que ordenó para luego salir de la habitación y cerrar la puerta.

Lo más posible es que sea el cansancio, pero el piso comenzaba a sentirse más cómodo que la misma cama.

Normalmente madrugada para mi entrenamiento matutino antes de clases, pero justo ayer me había excedido con el nocturno, por lo tanto además de una terrible condición física, mi rostro se veía como si de una infección por virus zombie se tratase.

Tome la decisión de levantarme, lavarme los dientes, ducharme, y bajar para desayunar. ¡Oh! Sorpresa nisiquiera había salido el sol.

- Tu plato está en la mesa, comelo antes de que esté frío- habló mi padre desde la cocina.

Gracias Yoichi por jugar justo hoy, que me levante con ganas de morirme. En realidad siento algo de curiosidad por cuanto a avanzado mi hermano mayor... bueno, tal vez lo que más me emociona es reírme en su cara si hace algo estúpido, como siempre lo hago. Se puede decir que nuestra relación es algo complicada, pero aún así nos queremos.
El fútbol no es un deporte que me interese, lo veo y sé de él por culpa de Yoichi, mas nunca me ha importado, pero curiosamente hoy tenía el presentimiento de que algo iba a pasar... un algo que cambiaría mi vida.

Wɪɴ Hɪs Hᴇᴀʀᴛ ♡︎ Iᴛᴏsʜɪ RɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora