Howling for You | Merlina x Enid (+18)

3.

–Estás loca. –

–No es la primera vez que me lo dices–

–Pero es la primera vez que de verdad tu intención es insultarme... espera, ¿Acaso a tu mente retorcida le gustó lo que pasó? –

–Es posible–

Merlina soltaría del chocker a Enid llevando sus manos a sus bolsillos.

–Además, tienes conocimiento que de por sí para mí la atracción romántica no está del todo en mi sector, mucho menos en el ámbito sexual, pero esto sigue intrigándome a tal modo que quiero ver hasta dónde puede llegar esto. Así que puedes decir que estoy en un limbo de confusión. –

Enid suspiraría ante tal respuesta bajando su mirada mirando sus botines. Su contraria de negro observarla cada movimiento que hacía.

–¿Entonces por eso eres tan agresiva conmigo desde la cafetería? Quieres hacer que me ponga como ayer supongo...–

–Así como un ciervo atrapado entre sus depredadores creo que me veo atrapada entre tus suposiciones –

Merlina aclaro su garganta, asintió con la cabeza y continuo.

–Como dije, encontré sobre tu condición. Leí que si el lobo en cuestión siente una tensión entre una persona cercana con la que comparte algún tipo de sentimiento afín puede acelerar el deseo dentro de su estado reproductivo–

–¿Y en palabras más simples? – Enid alzaría la vista abrumada

–Así como un animal en verano, tú estás en celo–

Las mejillas de Enid volvieron a tornarse rojas alzando los hombros incómoda.

–Tu y el resto de los que ya alcanzaron la madurez sexual dentro de Nevermore. Por lo poco que encontré, tienen un ritual que se remonta a las tradiciones romanas donde buscan emparejamiento. Sin embargo, antes de llegar a encontrar a su compañero de vida sus deseos carnales hacen que puedan estar con cualquiera para satisfacer sus deseos. –

–Asi que... ¿Me has tratado básicamente como un perro, insultándome y jalándome para que...?

–Puedas entrar de lleno en ese estado de celo. –

–Eso no es gracioso o tan siquiera ético–

La pelinegra frunciría el ceño con recelo, apretando los puños.

–Te recuerdo que fuiste tú quien se abalanzó contra mí en busca de relaciones sexuales y en cuanto a mí respecta tampoco es "gracioso"–

–¡Lo siento, si! No es algo que ahora pueda controlar. Ya lo dijiste, ahora sí soy como un maldito animal–

La impotencia en la voz de la rubia resonaría por las cuatro paredes lúgubres de la pieza, estaba al punto de un colapso emocional sintiendo vergüenza por su estado, culpabilidad por lo que casi ocasionaba y enojo al ser confrontada.

–Y eso me cautiva. –

Merlina dio un paso al frente haciéndola retroceder temerosa a cada paso.

–Déjame ayudarte y dime qué sientes–

La voz de Addams se tornaba más suave como si fuese seda, Enid no podía hacer más retroceder a tal punto de chocar con su cama terminando sentada con Merlina frente a ella sujetándola del mentón.

–Tu cuerpo de por sí, se encuentra caliente–

Enid respiraba agitada buscando alguna solución para salir de la situación.