𝙲𝚞𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚎𝚕 𝙸𝚗𝚟𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘 𝙳𝚎𝚛𝚛𝚒𝚝𝚒ó 𝚞𝚗 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣ó𝚗 -Milarion

027

Milori se despertó por tercera vez esa noche. Estaba hacinado en la cama del hospital con Clarion, lo cual no le importaba. Ni siquiera le importó que ella tuviera más de la mitad de la cama; después de todo, ella era la que estaba sanando. Sin embargo, lo que lo estaba volviendo loco era cómo ella seguía pegándose a él mientras dormía. Tenía miedo de darse la vuelta por temor a aplastar su pequeño cuerpo. Pero él no iba a levantarse de la cama y dormir en la silla porque cuando ella se quedó dormida poco después de la cena pero antes de que él se subiera a la cama, se había despertado gritando por una pesadilla sobre Bernard. Al menos con él a su lado, ella estaba durmiendo toda la noche. Podría ponerse al día con el sueño más tarde. Se dio la vuelta con cuidado sobre su otro lado para mirarla. Tal vez si él se acostaba boca arriba y ella se acurrucaba contra él... tal vez ambos encajarían.

Deslizándola con cuidado lentamente hacia la barandilla de su lado de la cama, se deslizó fuera de la cama y bajó la barandilla de su lado para tener más espacio. Él volvió a subir en silencio y deslizó su brazo debajo de ella lentamente. Al instante comenzó a rodar hacia él, por lo que se acostó rápidamente sobre su espalda. Apoyó la cabeza en su hombro y echó el brazo y la pierna por encima de él para acurrucarse. Él envolvió su brazo alrededor de ella con una sonrisa ante su dulzura. Luego cerró los ojos.

Se despertó instantáneamente con el dolor más desagradable un poco más tarde. Jadeando y tratando de no gritar de dolor, apartó la rodilla de ella de entre sus piernas. Estaba casi medio encima de él, y él estaba empezando a sudar por su calor. Se aferró a su persona maltratada y tiró de la manta sobre ella, tratando de arroparla para quizás anclarla en su lado de la cama. Luego se acostó, su hombro colgando sobre el borde, respirando profundamente y esperando que ella no los hubiera destinado a quedarse sin hijos. Estaba benditamente quieta y en su lado de la cama. Cerró los ojos una vez que el dolor pasó y finalmente cayó en un sueño profundo.

Un rato después, sintió una mano en su rostro y trató de quitársela. Luego comenzó a volverse a dormir. Algo le rozó la axila suavemente, haciéndole cosquillas. Lo apartó suavemente, vagamente consciente de que Clarion estaba tratando de envolver su mano alrededor de su brazo. Volvió un segundo después. Rodó sobre su costado alejándose de ella. Y se estrelló contra el suelo.

Clarion se despertó sobresaltada cuando escuchó un ruido sordo y una silla estrellándose contra un costado. La luz de la luna era suave en la habitación vacía. "¿Milori?" preguntó y se sentó, confundida a dónde había ido en medio de la noche.

Se oyó un gruñido en el suelo de su lado de la cama. Lentamente se puso de rodillas y luego apoyó una mano en la cama para ponerse de pie.

"¿Por qué estabas en el suelo?" preguntó con confusión soñolienta.

"Haciendo ejercicio", respondió y volvió a subir a la cama.

Ella bostezó y se deslizó. "Deberías venir a la cama y dormir, cariño".