Las segundas oportunidades existen,
pero esta no es para ti,
es para mí.
Querido invierno, puedo decir que has llegado a tu fin y que mi primavera, por fin, ha llegado.
Una primavera que danza a mi alrededor, coloreando todas esas viejas cicatrices, llevándose consigo el sabor amargo de las despedidas y enseñándome que, a veces, las estaciones duran más de lo pensado, de lo planeado.
Ya no estoy en América, camino por las calles del antiguo continente, recordando como el sol puede volver a brillar, el corazón volver a ser cálido y los miedos pueden ser espantados.
Tal vez, invierno, no estábamos para ser, pero eso no importa ahora.
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Querido Invierno
RandomFragmentos de esta alma pérdida en un invierno que nunca acaba.