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—Un beso es todo lo que sucederá entre nosotros ―sentencié, sintiéndome como un monstruo. Pero uno de los dos debía ser realista―. Esto... nunca volverá a repetirse. Jamás.
Al oír mis palabras, Taeyong comenzó a llorar.
—No sólo estás rompiendo mi corazón, sino también el tuyo ―dijo, sollozando―. ¿Por qué lo haces?
—Porque es lo correcto.
—¿Es porque somos famosos?
—Sí. No podemos pensar sólo en nosotros mismos. No quiero fallarles a nuestros compañeros, familiares y fanáticos.
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No volvimos a cruzar palabra hasta que llegamos al hotel. Taeyong lloró durante todo el camino. Deseaba darle un abrazo, pero tuve que contenerme e ignorar su tristeza y decepción.
Mientras esperábamos el elevador, decidí hablar nuevamente.
—Olvida esta noche —le sugerí—. Es lo mejor para ti, para mí y para el grupo.
Taeyong mantuvo la mirada baja, pero asintió. Subimos al elevador y permanecimos en silencio. Taeyong ya no lloraba, pero su rostro todavía estaba cubierto de lágrimas.
En cuanto las puertas del elevador se abrieron, Taeyong se despidió de mí.
—Buenas noches.
—Buenas noches, Taeyong. Descansa —respondí educadamente, pero él ya había salido.
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Me sentía emocionalmente agotado.
No pude dormir en toda la noche. Daba vueltas en la enorme cama, buscando sin éxito una posición más cómoda que me permitiera conciliar el sueño. No podía dejar de pensar. ¿En qué momento Taeyong había comenzado a verme con otros ojos? Ni siquiera sabía que él podía sentirse atraído hacia un hombre. Su vida amorosa siempre había sido un misterio para todos. Haechan había utilizado sus dotes detectivescas para averiguar si existía alguna "novia secreta", pero no encontró ninguna pista. En lo personal, nunca me importó. Lo que Taeyong hiciera en su vida privada no era asunto mío.
Sin embargo, las cosas habían cambiado. Ahora yo estaba involucrado. ¿Por qué se había fijado en mí? Yo era una persona aburrida, maniática y con una ligera tendencia a la histeria. Haechan estaba en lo cierto cuando dijo que yo era aguafiestas.
Además, definitivamente no era el más guapo del grupo ni de nuestra compañía.
Taeyong, en cambio, era divertido, amistoso, relajado y tenía una belleza única. Era el tipo de persona que conquistaba a todos con una sonrisa. Cada vez que salíamos juntos alguna chica intentaba coquetear con él, mientras que yo era completamente invisible. Nadie me pedía un autógrafo, pero todos querían el de Taeyong.
Al principio, no podía evitar sentirme celoso por la excesiva atención que recibía, pero era prácticamente imposible no enamorarse de su encantadora personalidad. A pesar de mi rechazo inicial, terminé cayendo en su hechizo y Taeyong se convirtió en una persona muy importante para mí.
Pero después de aquella noche todo sería diferente..., o al menos eso fue lo que pensé. No podía imaginarme lo que sucedería dentro de algunas horas.
