Capítulo 2 La página del libro

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Aquellos chicos fueron a una casa del árbol que habían construido hace unos cuatro años atrás, era tan lindo, todo decorado, pero ahora el problema era descifrar aquel tipo de ritual, hoja con símbolo o tal vez solo una mal broma de unos chicos que no les gustaba ir a la biblioteca a leer. O solo no les gusta hacer las tareas que les mandan sus profesores, este lugar era recomendado por profesores a sus alumnos para una mejor concentración.

-Oigan, deberíamos primero averiguar, publicar esa foto por internet para ver que no estemos en peligro, ¿no?-hablo Alex, muy inseguro de lo que estén haciendo ahora mismo.
-¿Tanto miedo tienes?-rio fuerte Manuel, tan fuerte que habrá despertado a los pobres búhos. No era para tanto, la madre de Alex es muy religiosa, al igual que toda su familia, él siempre se acordaba de rezar en la noche, para que no le pasase algo a su familia.

Manuel si cree en dios, de su existencia, que creo al humano y después de ahí dejo de ser un simple servicio al ser humano, que no ha interferido en la vida humana, los deseos o la suerte solo pasa por los humanos mismos. Y Mario, Mario es religioso, pero siempre le han gustado las cosas o casos paranormales, él se ha visto varios documentales paranormales con su familia, le gusta el miedo.
Ellos se miraron, pero no dijeron ninguna palabra en este lapso de tiempo que se quedaron de ese modo, Manuel agarro el papel y lo miro de arriba bajo, de los lados y al revés y lo encontró en Latín. "Mundus lapsus est, superhumanae aquae in interitum oriuntur, et mundus recte phantasticus erit." Esto lo leyó en voz alta Manuel, miro para todos lados y no ocurrió absolutamente nada, pero de repente se empezó a mover de un lado para otro.

Alex se acercó a la ventana y lo que vio lo dejo en shock totalmente, el árbol había cobrado vida, tenía una cara tan siniestra, este corrió enseguida para abrazar a Manu, este se ruborizó por unos microsegundos, ya que Mario le estaba mirando de mala cara a Alex.

-¡Oye, que paso!-preguntó exaltado Manuel, tartamudeaba un poco por la cercanía, pero no lo capto el rubio.
-¡El árbol acaba de cobrar vida, tiene una cara siniestra, las típicas caras que hacen los árboles en las historias que le Manu!-grita todo miedoso, acercándose más al delicado y flaco torso de Manuel. Mariano, al ver tal escena, decide separarlos, poniendo la excusa que le diga los detalles de la "criatura viviente" que estaba caminando ahora mismo.

Ambos intentaron calmar al pobre de Alexander, el cual ya de los nervios se le pararon los pelos de todo el cuerpo, exhalaba e inhalaba muy rápido, Manuel abrazo al pobre de Alexander por la espalda, lo cual funciono, ya que de a poco bajaron los nervios de él.
Ahora el plan «a» y era las escaleras a bajar por ahí y el plan «b» es: intentar hablar con el árbol, esa fue la idea de Manu. Que obviamente no iba a funcionar. Mientras el árbol iba subiendo la velocidad, ellos se agarraban de la casa para poder seguir con el plan «a», de a poco se acercaron a las escaleras de madera, pero no podían con la velocidad, hasta que Mario hizo una locura. Se tiró, pero llego a agarrarse de las escaleras y bajar, obviamente nos sanó, pero si con vida.

Él corrió y agarró un palo que había por ahí, corrió hasta el árbol y lo tiró para adelante, el árbol paro se quedó quieto por unos segundos, que esos segundos tenía que ser perfecto para que Manu y Alex pudieran bajar. -Menos mal que el árbol paro, tal vez como se despertó-alargo la «o» ya la casa del árbol estaba en un árbol... que estaba justamente en un BOSQUE. Pero que gracias a dios que solo fue ese el que se despertó, o eso creyeron ellos. Alexander se apoyó en un árbol, de repente unos brillos salieron del árbol, de a poco las raíces se hinchaban y destruía la tierra que tenía debajo de él, la tierra quedaba toda seca, pedazos de raíces salían y por último se dibujaba una cara en el tronco del árbol, la boca era la casa de un búho, el cual al ver como se movía el árbol, cambio de árbol enseguida y se volvió a dormir.

Ellos empezaron a correr a toda costa, corrían más rápido que en educación física, era un bosque que tenía al lado un parque, pero con pocos juegos para los niños, tenía una fuente, unos ocho bancos formando un círculo, ellos fueron hasta el parque, pero cuando salieron había un montón de personas, pero de repente los árboles que los seguía estaban de vuelta siendo árboles, "¡Qué loco, estos gurises tendrán vibras malas" pensó Manuel, algo que le causo una mini risa, la cual escucharon Alexander y Mariano, ellos le vieron tierno a esa acción, creyeron que se reía de lo que les acaba de pasar, sonrieron de lado para disimular un poco lo felices que estaban mientras veían aquella acción de parte de su mejor amigo!

-wow, eso sí que fue correr una maratón, ¡no lo consideran?-rio mientras hablaba sobre aquella experiencia! Ellos caminaron normal hasta la casa de cada uno, ya se estaba haciendo muy de noche, así que como adolescentes responsables de 15 años que era, tenían que ser un ejemplo para los niños de su vecindario, aunque por la música que escuchaban ellos y los niños, no creo que cambie en algo.
Cuando cada uno a su casa, Mariano se bañó, Manuel se puso su pijama directamente y empezó a comer un poco de pollo que había hecho su madre el día anterior, Alexander se bañó, se cepilló el cabello para que quedara prolijo y se puso a comer un poco de ensalada de fruta. Cada uno fue a su cuarto donde se conectaron a una llamada por Duo, ya que a veces usaban todos los recreo, el celular, más de la mañana hasta que llegaban a la entrada del Liceo para avisar que habían llegado sanos y salvos, entonces se les agotaba muy rápido la batería, por ende usaban computadoras o tables para hacer videollamadas, nunca había un día que no se llamarán, ya que desde su niñez ellos se conocían.

-Oigan, ¿Qué va a pasar con lo que vimos hoy?, por qué si lo decimos la gente nos va a tachar de loco-dijo Manuel, a él le gustaba ese tipo de cosas, pero no era para ese tipo de cosas, no quería parecer un loco. O que se lo dijeran.
-Creo que igual sería la mejor forma, podemos decir que nos acompañen para que lo vean con sus propios ojos-propuso Alexander.
-Yo pienso que lo mejor es publicar la página por las redes sociales para ver quién sabe de esto, contactar a esa persona y juntarnos para ver si nos ayuda-esta vez hablo Mariano, seguro de sus palabras.

Todos se miraron por las pantallas, otros miraban a ver qué decía o desidia el otro, por qué si o si aquí debía de haber una respuesta bien clara. Aunque aquí hubo un muy fuerte debate, es que cualquiera podía ser de gran ayuda para cualquiera.

-¡bien, basta! Hagamos una ruleta en Google y veamos quien es el ganador-grito Manuel, Alexander y Mariano les gustó la idea, así que optaron por aquello. La ruleta giró y dio al punto el que más servía, el de Mariano, que era la eficaz para ellos.

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