Capítulo 4 ¿Popular ayudándonos, enserió?

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Ellos se acercaron a la chica popular del salón, "¿Cómo podía ella saber sobre aquel pedazo de papel?" Se preguntaron, ella los vio llegar, nos miró de arriba abajo y después sonrió.

-Hola Isabella, dinos todo lo que sepas sobre aquel papel-Dijo Alexander, un poco disgustado por la presencia de... su exnovia.
-Tranquilo eh, si mejor les cuento ¡Así me puedo ir más rápido con mi amor de verdad!-grito de alegría, lo de su amor, lo había conocido antes de romper con Alex, ella no sentía otro amor con el que no fuese de mejores amigos.

Cuándo ella y Alexander rompieron, ella fue llorando a la casa de su mejor amigo para tener un poco de apoyo, lloro en los brazos de él, desconsolada. Ellos estaban tan cerca, sus manos se rozaban, Juan, el mejor amigo de ella, la miraba a cada segundo, para verle a la cara, ver aquellos ojos brillosos, llenos de lágrimas y no de felicidad como siempre le rompía el corazón.
Agarro a Isabella de la muñeca y cadera para acercarla a su cara y besarla, era un beso suave y cariñoso, no había algo brusco o lleno de maldad en aquel beso. Isabella le siguió el beso, lo tumbo en la cama, siguieron aquel beso, se separaron del beso y se miraron a los ojos, ahora los ojos de los dos tenían una felicidad inmensa. Isabella lo abrazo y él a ella, así quedaron toda la noche.
Cuando la madre de Juan, regreso de su turno laboral de ser enfermera, vio aquella escena, a ella no le importaba si su propio hijo tenía relaciones sexuales a tan temprana edad, lo cual no ha hecho todavía, la madre agarro una sabana y los tapo a los dos, que ahora estaban en posición de cucharita.

-¡Isabella!-Alexander grito para que volviera de su mundo-si no nos ibas a ayudar y te ibas a un viaje astral lo hubieses dicho antes-protesto Alexander. Isabella lo miro muy mal por aquel comentario, ella no sentía ningún tipo de rencor contra él, ya que fue decisión de ambos separarse.

-Mejor deja de pelear, Alex, ¿si?-dijo Manuel para Alexander, que Alexander no pudo de la ternura de aquellas palabras y se le derritió el corazón. "¿Cómo podía ser tan tierno?" Ellos se sentaron en las escaleras del liceo para conversar, mientras Isabella iba explicando aquello, Manuel sacaba nota de todo aquello.
De un momento a otro Alexander le pasó el papel a Isabella, que ella recibió para verlo mejor, pero de un momento para otro el césped empezó a subir para arriba, separando los lados de la calle, hubo un terremoto muy fuerte, ahora sí, esto iba a empeorar, la gente agarraba a sus hijos o mascotas y se iban corriendo.
La imagen más dolorosa para Manuel fue como unos viejitos estaban sentados en un banco y se dieron un pequeño beso y se abrazaron para que después callera la estatua sobre ellos. Pequeñas plantas empezaron a salir del suelo y agarraron a Alex, él se retorció para intentar zafarse de aquel agarre, Manuel lo agarro de las manos, pero se resbaló, las manos de Alexander sudaban un montón, tal vez por la incomodidad que sentía hace unos momentos atrás con Isabella, Mariano corrió hacia él, pero lo atacó una planta viviente.

Alexander, antes que las plantas, lo llevarán para abajo, donde se había separado, la tierra, hizo un corazón con los dedos y cayó junto a las plantas. Isabella Está en shock, Manuel lloraba, era un río de lágrimas y Mariano no podía creer lo que había visto, él era su rival en conquistar a Manuel, pero igual así es y será su mejor amigo o eso pensaba. Alexander fue arrastrado hasta las profundidades de la Tierra, por esas cosas horribles. Lo dejaron tirado en las piedras de las profundidades, era un círculo, al rededor había lava, cascadas de lava.

-gran supremo, gran supremo-había un montón de criaturas al rededor de rodilla llevando sus manos de arriba abajo, todo esto era dedicado hacia ¿Él? ¿Él era el gran supremo? Vio que todas esas criaturas llevaban cosas negras con luz roja y verde, le hicieron comer eso a la fuerza.

De repente de su cuerpo empezaron a salir pieles de más, más y más. Eran abrigos de color negro, plumas rojas y verdes, sus ojos se pusieron oscuros y sin vida, nada de brillo, lo único que tenía en la cabeza eran a sus recuerdos. Los recuerdos eran solo eran de Manuel, no tenía ningún recuerdo más que no sea la cara y cuerpo de él, cuando se conocieron, cuando tuvieron su primera fiesta de cumpleaños, cuando los llevaron a dirección por pegarle con una pelota en la cabeza, una maestra. Esos típicos recuerdos de un amor no correspondido, según él. Ahora volviendo con Mariano, Manuel, Isabella y ahora uniéndose el novio de Isabella, Juan.
Todos estaban ahí procesando lo que había pasado. Manuel estaba pálido, llorando y mirando a un punto fijo, mientras que sus manos estaban en forma de arco en su frente, llevando algunos mechones para atrás. Mariano estaba mirando toda la situación, su fuerza no era de ayuda para él, era su mejor amigo y ahora quién sabe que le allá pasado y todo por culpa que no haberlo sujetado bien.
Juan intentaba tranquilizar a Isabella, que otra vez, como la vez que rompió con él, ahora llora peor, sus ojos arden de tantas lágrimas que bajan por sus cachetes.

-¡Oigan! Vamos a ir a buscarlo todos juntos, si lo quisieran para algo más, tal vez para comerlo ya lo habrían matado-intento aliviar la situación, pero la empeora, ya que Isabella y Manuel lloraron más de lo normal. Son un poco exagerados de parte de ellos, pero a ellos le dolía que su mejor amigo/exnovio estuviera en aquella situación, tal vez está, eso pensaba.

-Chicos, ya sé que esto que pasó con Alexander es muy malo, pero necesito que vean esto-Dijo Juan para que se acercaran todos al teléfono, varios en vivos de muchas aplicaciones, diciendo lo horrible que se está poniendo el mundo, que era el fin del mundo. También había

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