Capitulo 5: Miércoles... San Valentin

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Miércoles 14 de febrero

1

_ ¿Qué hicieron qué? –gritaba Lucy a sus primos Albus y Fred- ustedes dos están locos, si Rose se entera que le han mentido de tal forma a Scorpius los matará –los tres estaban en el patio frontal, bajo el roble donde hacía un par de días Nicholas y Rose conversaban

_Teníamos que ayudarlos, son los únicos dos de todo el Colegio que no tienen cita –se defendía Fred- bueno, ellos y… McGonagall… -afirmaba cuando vio pasar a la Directora por el pasillo lindante al roble, a la cual se le escapaban un par de mechones rosados debajo del gorro- Tomamos los pergaminos de Rose y sólo le colocamos encima el nombre de Scorpius y se los mostramos ¿qué tiene eso de malo?

_Que ellos decidan si quieren salir juntos o separados el día de San Valentín –continuaba gritándoles igual que hacía su abuela Molly- Además Rose ya no tiene más el pelo hechizado por esa bola de humo –se dio media vuelta e ingresó al castillo, los primos asombrados se miraron y la siguieron.

_ ¿En serio? ¿Y con quien saldrá? –preguntaba Albus

_No pienso decirles nada, interróguenla a ella, a ver que les dice –con un gesto con la mano se despidió y corrió para alcanzar a Lorcan que iba unos metros adelante conversando con su hermano sobre la cita con Lily. Mientras Albus y Fred aún continuaban estáticos en el hall de entrada.

_ ¿Scorpius la habrá invitado por eso desapareció el color de cabello en Rose?

_No creo Fred, ahí viene él y aún parece tener una bola de chicle en la cabeza –ambos se reían y lo veían pasar indiferente por al lado de ellos cuando salía hacia los jardines.

2

La nieve cubría totalmente los terrenos de Hogwarts, Rose caminaba penosamente por los jardines laterales de los invernaderos, sus piernas se hundían en el blanco y esponjoso suelo.  Abrigada hasta las orejas, el frío le calaba muy dentro, hasta los mismos huesos, a pesar de ello le encantaba esa época del año y aquella mañana en particular, todo el Colegio se veía hermoso, querubines, corazones y decoraciones en rojo colmaban los pasillos y salones. Llevaba una gorra de piel que le cubría la cabeza totalmente y la había elegido intencionalmente, debido a que al levantarse había notado que el rosa chicle le había vuelto. Ella después de mostrarse ante Scorpius y el resto del Colegio con sus cabellos rojos nuevamente y había alardeado que tenía una cita con un Ravenclaw, no podía dejar que la vieran sin el gorro, por ello había decidido esconderse en los invernaderos hasta que todos los alumnos hubieran salido del castillo para sus citas.

Casualmente Scorpius Malfoy había pensado lo mismo que la Weasley, sin desayunar, se dirigió hacia los jardines, prefería congelarse antes de volver a pasar por la humillación de ser el único que aún seguía con el pelo rosa, gracias a la maldita broma que habían hecho su amigo y Fred. Mientras trataba de avanzar entre la nieve, hizo aparecer unos esquíes, como los que había usado en las vacaciones de navidad con sus padres en Suiza, lo que le permitió deslizarse rápido. Se dirigía hacia los vestuarios lindantes al Estadio de Quidditch, cuando vio pasar en la dirección contraria a Rose, camino a los invernaderos; sin pensarlo dos veces hizo aparecer un par de bastones para nieve y aceleró su paso para encontrarse con ella.

3

En el Gran Comedor, las mesas en paralelo habían desaparecido para dejar lugar a una gran mesa en forma de corazón, en donde las parejas debían sentarse juntas, más allá de que Casa pertenecieran. Se veían entonces a un lado de la mesa de los profesores: Nicholas Nott, Roxanne, Lily, Lysander, Lucy, Lorcan, Hugo, su cuasi novia la buscadora de Hufflepuff Natalie Hobbson, más allá Fred y Elizabeth Fresier, de  Slytherin su novia desde cuarto año, compañera de curso de él y de Nott.

_¿Dónde irán ustedes? –Interrogaba Roxanne- nosotros cuatro iremos a lo de Madame Tudipié… será fantástico…siempre evité ese lugar porque había muchas parejas y…

_Un momento morenita linda –interrumpía Lorcan- ¿y Rose? –todos miraban hacia el resto de los integrantes de la mesa. Los elfos había hecho aparecer las más grandes facturas en forma de corazón, rellenas de mermelada de durazno y plátano, Hugo como digno hijo de su padre siempre hambriento, se lanzó sobre el plato más cercano-.

_Cuando desperté estaba saliendo del cuarto vestida como para estar afuera –confirmaba Lily, mirando con asco a Hugo que balbuceaba algo inentendible mientras comía.

_Entonces bien… ¿qué harán ustedes Natalie y Hugo? ¿Espero que no la lleves a ver un partido de Quidditch como la última salida a Hogsmeade?

_No prima, iremos a… -un hilo de mermelada de durazno le chorreaba por la comisura del labio, su acompañante con delicadeza lo limpiaba-.

_Albus ¿Y Scorpius? –preguntaba esta vez el otro gemelo, Lysander

_Cuando entrabamos con Fred, él salía al patio del roble… -todos se miraron entre sí- ¿ustedes creen que están juntos? –Hugo lo miró asombrado por el comentario y dejó su mano sobre el plato de las roscas dulces, sin tomar ninguna-.

_No creo, Rose ya no tiene el color rosado en su melena y él sí –confirmaba Hugo, metiéndose un dulce en la boca-.

_En realidad no es exactamente así… -interrumpía Lucy, todos se voltearon para verla- Ella hizo un hechizo para revertir lo del humo rosa y ya volvió a su color de siempre

_Espera un poco Lucy ¿de dónde sacó el contrahechizo?

_Del prospecto que viene con la bola, Fred –éste y Albus empezaban a reírse hasta casi caerse del banco donde estaba sentados-.

_¿Me pueden explicar qué les sucede? – interrogaba la mayor de las primas un poco inquieta-.

En ese momento, la Directora McGonagall, aún con los mechones rosados que se escondían bajo el gorro, se ponía de pie y se acercaba al atril para hablar con el alumnado, el búho que lo sostenía, como siempre hacia al acercarse un orador, desplegaba sus alas y se acomodaba para el discurso.

_En este día tan especial, y viendo que todos ustedes tienen una cita esta tarde –tosía un poco para aclararse la garganta- Gracias a Potter y a Weasley que nos han brindado la posibilidad de ver a simple vista esto –se tomaba uno de los mechones rosado que se había soltado de su rodete y se lo acomodaba tras la oreja- Podrán disfrutar de un día completo en Hogsmeade, siendo los alumnos de primero y segundo acompañados por algún docente ya que no tienen autorización formal para salir solos. Los lugares para ustedes serán Honeydukes o Tres Escobas, decidirán a cual dirigirse y se dividirán en grupos, y se les designará un profesor, y…

_Vamos chicos ¿qué les sucede? –les susurraba Lucy a Fred y a Albus

_Es que justamente esa poción modifica totalmente el sentido de la broma –afirmaba Fred ante la miraba atónita de todos

_Lo que él te quiere decir es que, ahora Rose seguramente tiene el pelo rosado y hasta que no sea besada por su cita no volverá a tener el pelo rojizo –McGonagall elevaba la voz ante el murmullo que provenía del sector de los bromistas-.

_Bien alumnos, después del desayuno podrán tener sus citas. Mientras tanto los elfos podrán asear el castillo ya que quedarán solos hasta el atardecer –se disponía a bajar del atril cuando volvió y se dirigió a Albus y Fred –Ustedes dos, espero que solucionen el tema del rosa… no combina con mi atuendo –todos empezaron a reír y la Directora son una sonrisa retornaba a su asiento. Hagrid que estaba en el extremo de la mesa de los profesores, se levantó y le dio un beso en la mejilla que la hizo sonrojar, y por arte de magia, el rosado de su cabello desapareció. Un aplauso cerrado y efusivo inundó el Gran Comedor, mientras el guardabosque y profesor de Cuidados retornaba a su lugar-.

_¡Entonces jamás volverá a ser pelirroja! –todos rieron menos Lucy que estaba enojadísima con todos-

_¡Y la Directora tiene una cita con Hagrid, por eso le cambió el color de pelo! –expresaba Fred con su tono burlón, la risa de medio Comedor no se hizo esperar-.

Cuatro día de desastres y una citaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora