𝕻𝖗𝖔𝖕𝖍𝖊𝖈𝖞 𝖔𝖋 𝕽𝖆𝖌𝖓𝖆𝖗ö𝖐 {Eustass Kid x Reader}

VI. Freyja, diosa del amor.

—Yo no soy de Elbaf —comenzó ella a explicar. —Yo pertenezco a la isla Vanadia, pero el origen de mi familia está aquí, en Elbaf —caminó algo nerviosa por la estancia, quería explicar todo bien para evitar malentendidos.

—¿Entonces qué haces aquí? —preguntó Kid.

—¿No te habías preguntado hasta ahora por qué vivo fuera del pueblo? —preguntó ella con curiosidad.

Kid pestañeó varias veces y asintió lentamente.

—Entre Elbaf y Vanadia existe una rivalidad legendaria que ha durado siglos, desde el último Ragnarök —comenzó a explicar bajo la atenta mirada de todos. —Yo fui el trato por el que esa guerra cesó al fin, como lo fue mi antepasada Freyja en su momento en la guerra entre los Aesir* y los Vanir*, las dos razas de dioses —por un momento se le aguaron los ojos y necesitó desviar su mirada de la de Kid, suspiró y prosiguió. —El trato era que yo debía casarme con Loki pero me negué, solo accedí a vivir en Elbaf y tuvo que conformarse con eso.

—Pero no lo hizo, al parecer —añadió Kid.

—Exacto, ese es el problema y el principal motivo que podría desatar una nueva guerra entre Elbaf y Vanadia, o algo peor —decidió sentarse también junto a ellos mientras continuaba explicando todo. —Ahí es donde entras tú, donde entramos los dos y donde entra la profecía.

—¿Y nosotros? —preguntó Heat interviniendo en la conversación.

—Podeis retiraros o luchar también, solo espero que no terminéis siendo como los Einherjar* y que Odín no os reciba en persona en el Valhalla* —dijo ella suspirando.

Todos se quedaron en silencio con esas últimas palabras cargadas de dolor y algo de miedo, aún habiendo visto en ella a una fiera y hábil guerrera seguía mostrándose vulnerable sin miedo alguno.

—Nos quedamos —sentenció Killer rompiendo el silencio sepulcral que se había formado en aquel lugar.

Kid alzó la mirada hacia su amigo y finalmente sonrió.

—No esperaba menos —dijo orgulloso de Killer.

(T/N) también sonrió ante aquello, no pudo evitar emocionarse ante la idea de recibir tantísima ayuda por lo que les invitó a quedarse a cenar y dormir allí aquella noche, consideraba que era lo menos que podía hacer por ellos.

Nadie sacó el tema hasta la cena porque estuvieron algo ocupados quitándose toda la sangre de gigantes de encima, (T/N) y Kid se ayudaron mutuamente quedándose algo más de tiempo a solas en el baño de ella mientras el agua caliente relajaba sus músculos. Ella había echado en el agua pétalos de diversas flores haciendo que fuese un deleite para sus olfatos el encontrarse allí en esos momentos.

Kid, habiéndose quitado el brazo metálico, estiró su otro brazo por el borde de la bañera y dejó caer la cabeza hacia atrás soltando un suspiro, se sentía agotado también.

—Ha sido increíble verte luchar contra los gigantes —dijo (T/N) mientras se limpiaba la cara con una suave toalla.

Tenía el cabello mojado y peinado hacia atrás, ni rastro de maquillaje y su piel parecía más suave que de costumbre debido al contacto con el agua caliente y el jabón artesanal que compraba en el pueblo. Kid no pudo evitar alzar un poco su cabeza y mirarla de reojo, era preciosa en todos los sentidos y cada vez que la miraba sentía que su respiración se aceleraba levemente.

—No esperaba que fueses tan buena en el campo de batalla —dijo él a modo de halago también.

—La diosa Freyja lideraba a las valquirias, es mi deber estar a su altura —explicó ella son una ténue sonrisa en sus labios.