Había llegado el invierno a Elbaf hacía meses y no parecía querer dejar aquellas tierras, que ya de por sí eran frías pero tras la llegada de las nevadas que no cesaban lo fueron aún más.
Las plantas no crecían, los animales salvajes morían por no poder alimentarse y los depredadores atacaban a las aldeas y poblados cercanos, el Fimbulvetr* había llegado para quedarse para desgracia de los creyentes de las antiguas leyendas.
(T/N), en su paseo diario, caminaba por el bosque hasta llegar a la costa la cual también se encontraba helada, la arena estaba completamente blanca y si no hubiese sido por la sal del mar todos allí creían que podría haberse congelado por completo.
Unas inusuales maderas llamaron su atención y al fijar la vista pudo ver que había alguien tumbado en el suelo, no parecía moverse por lo que se acercó lentamente y con cuidado. Sus ropajes eran extraños pero lo que más llamó su atención fue su pelo rojo como el fuego que aún luciendo enmarañado resaltaba sobre su blanca piel.
-¿Estás bien? -preguntó ella agachandose junto a aquel hombre pero no obtuvo respuesta.
Dejó su cesta a un lado con cuidado de no romper algunos botes de cristal que llevaba y zarandeó a aquel hombre, siguió sin obtener respuesta alguna.
Cuando logró darle la vuelta reparó en que estaba cubierto de cicatrices, algunas cruzaban su ojo izquierdo.
-Tú también has estado a punto de perder tu ojo, como Odín*. -murmuró ella para sí misma fascinada mientras acercaba su mano a aquella cicatriz.
La acarició todo lo larga que era hasta el pecho del pelirrojo y vio que continuaba sobre su abdomen.
-Un guerrero. -murmuró de nuevo.
Al posar su mano sobre el marcado abdomen del joven, éste, tras tomar una gran bocanada de aire la tomó por la muñeca.
-Ayúdame... -dijo casi sin voz él antes de desmayarse de nuevo.
(T/N) sobresaltada miró a todos lados buscando alguna manera de moverle pero al no encontrar una forma normal decidió echar mano a la bolsa de cuero que colgaba del cinturón que adornaba su vestido, de ésta sacó la runa Fehu* para poder invocar un carro con el que cargar a aquel hombre hasta su casa en el bosque con la ayuda de sus gatos.
Una vez allí, lo tumbó, le quitó la ropa la cual estaba empapada y helada, le lavó con agua caliente para hacerle entrar en calor y lo acomodó dejándole descansar mientras preparaba algunas medicinas naturales gracias a las plantas que lograba cultivar dentro de su propia casa.
A pesar del invierno de puertas para afuera, dentro de su cabaña el ambiente era cálido y cuando aquel hombre logró entrar en calor y estabilizarse comenzó a abrir los ojos lentamente.
-Vaya, pensaba que no ibas a despertar jamás. -dijo ella mirándole desde la chimenea mientras avivaba el fuego con algo de leña.
-¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? -preguntó él incorporándose en la cama mientras se llevaba la mano a la cabeza.
-Estás en Elbaf, la segunda pregunta me la tienes que responder tú, yo solo te he recogido de la playa. -explicó ella acercándose a él tras servir un cuenco de sopa que tenía al fuego también.
Se lo tendió y él tras percibir el olor de aquello en sus fosas nasales no pudo rechazarlo, sus tripas rugieron sacándole una pequeña carcajada a (T/N) y él no pudo disimular el hambre que tenía.
-Te hará sentir mejor, ya lo verás. -dijo ella mientras se acercaba para coger una silla y acercarla a la cama. -Dime, forastero, ¿quién eres?
-¿No es de mala educación preguntar sin presentarse antes? -dijo él tras darle un largo trago al cuenco.
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𝕻𝖗𝖔𝖕𝖍𝖊𝖈𝖞 𝖔𝖋 𝕽𝖆𝖌𝖓𝖆𝖗ö𝖐 {Eustass Kid x Reader}
FanficUna profecía milenaria predijo el encuentro de dos amantes en otra vida, dos amantes que pueden frenar el inicio de la batalla del fin del mundo en la que se tendrian que separar una vez más hasta volver a encontrarse en otra vida. ¿Serán capaces d...