capítulo 5

7 0 0
                                    

ASHER

Le había dejado dormir en mi cama y no podía parar de pensar en cómo, de un momento a otro, tenía a una desconocida durmiendo en casa.

Me sabía mal haberla encontrado como la encontré, pero bueno, por lo menos me había llamado y no estaba por allí durmiendo en una calle.

Bueno, así me encontraba yo: tumbado en el sofá de casa, pensando en como estaría durmiendo ella.
Eran las cinco de la mañana y no conseguía dormirme con el cansancio que llevaba encima, pero bueno, en poco tiempo tendría a la chica del taxi despierta, supongo que pidiéndome disculpas como hacía siempre, por lo que había notado el poco tiempo que había pasado con ella y después pues no se, le ofrecería desayunar y no se que más podría pasar.
No se realmente como son estas situaciones porque era la primera chica que dormía en mi habitación y también la primera en pisar mi apartamento de Positano, que había comprado meses atrás.

Ahora, era hora de seguir pensando y de intentar descansar un poco, sino no aguantaría la mañana siguiente y quería estar bien, por un motivo, el cual me niego a admitir ahora mismo.

***

- Buenos días, ¿estas vivo?

De golpe me levanté, casi me mareo pero por suerte, como mi sofa era tan bajo caí a la alfombra que había en el suelo.
¿Porque narices era la chica si debían de ser las 8 de la mañana? ¿Es que se levantaba a las 6 o como iba esto?

- Buenos días y por cierto, estoy muerto. - dije irónicamente.

Ella había se había sonrojado intentando ocultar su sonrisa, que por cierto era preciosa.

- Bueno, es que llevaba un rato esperando a que te despertaras tu solo pues para darte las gracias y despedirme y después de un rato, al ver que no reaccionabas, te he empezado a llamar, y hasta ahora no has respondido.

¿Como? ¿Se iba? No, no, no, no podía irse aún, quería enseñarle Positano, saber porque ella estaba así la noche anterior, no se, no podía irse tan rápido como había llegado.

- ¿Tan pronto querias irte? ¿Que hora es?

- Son ya las 12. Y no te disculpes por haberme hecho pensar que te pasaba algo...

Madre mia, ¿¡las 12!? ¿Y yo que iba a hacer ahora?
Que sí, que era mi primer día de fiesta de la semana que me habían dado pero tampoco era plan levantarme a las 12 cuando siempre lo hacía a las 6.

- Ostras, pues vaya, me sabe mal haberme levantado tan tarde, me costó dormirme la vida... Y lo sieeento taaantooo por haberte preocupado. - dije riendo.

Ella me dió un empujón y fue cuando me levante e intente convencerla de que no tenía que irse tan pronto, que ahora le prepararía un desayuno (que le encantaria) y que podía quedarse esa semana que tenía de vacaciones que justo era la primera y última del año que yo tenía de fiesta. La convencí y estuvimos los dos preparando unas galletas de avena y frutas, por supuesto, no podía permitirme fallar en mi dieta...

- Agh, ¿cómo que no les vas a echar azúcar? Que asco.

- Ya verás que te gustarán, con las frutas ese azúcar se nota igual de bien y a más son mucho más saludables.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

todas esas cosas que no llegué a decirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora