[Reiko]
Mi madre y yo corríamos lo más rápido que nuestros pies podían a través del bosque, ella cargaba a mi pequeño hermano en uno de sus brazos y con el otro me agarraba a mí.
Desde que tengo uso de memoria mi vida y la de mi madre había sido un infierno, mi padre y mi abuela golpeaban a mi madre y a mi me hicieron trabajar y aprender a cocinar cuando solo tenía cinco años de edad para cuando tuviera quince casarme con un hombre de buena familia. Pero hoy cuando mi padre llegó borracho y quiso abusar de mí, mi madre tomo a mi pequeño hermano y a mí y salimos de esa casa, corrimos lo más lejos que pudimos.
— Ma-mami ahí parece haber gente tal vez puedan ayudarnos.
Nos acercamos a un templo donde había una chica de unos veinte años que al vernos no dudo en hacernos pasar rápido a ver a su líder.
— Douma Sama esta mujer y su hija necesitan urgentemente de su ayuda.
El líder del culto era un hombre de unos veinte años, cabello rubio y ojos arcoiris, vestía un kimono rojo con algunos detalles en negro.
Después de que mi madre contara nuestra situación nos dejaron quedarnos en el templo. Nos dieron una habitación con algunos kimonos y a mi una de las criadas me dió un baño y me puso un hermoso kimono.
Esa fue la primera noche que pudimos dormir en paz y sin miedo.
— Hola Inosuke — jugaba con las manos de mi hermanito mientras él solo reía.
— Las- las ro- rosas so- son de- de dis- distintos colo- colores— intentaba leer un libro que Douma Sama me prestó para enseñarme a leer.
— No te presiones, lo conseguirás— me palmeó la cabeza
Dos semanas después de leer todos los días logré aprender a leer con fluidez y fuí a contárselo a Douma Sama el cuál me dió una gran sonrisa.
Cosas que destacaban de mi era mi fuerza sobrehumana y mi gran flexibilidad además de aprender en poco tiempo pues en tan solo cinco semanas aprendí a coser y a tratar heridas.
La vida de mi madre, la de mi hermano y la mía se había mejorado mucho, hasta llegué al punto de decirle a Douma Sama papá y él no se molestaba en lo absoluto.
Todas las tristezas y problemas parecían haber desaparecido la felicidad era lo que sentía en esos momentos.
Todas las mañanas paseaba por el jardín del templo y ayudaba a las chicas a lavar la ropa y a cocinar en gratitud de lo que me enseñaban. Diario jugaba con Inosuke y ayudaba a mi madre en su cuidado.
— Toma, es para tí — Douma Sama me dió un abanico como el de él — se que te gusta explorar el templo en la noche y es por si te topas con alguien que te quiera hacer daño.
— ¡Gracias papá!— lo abracé y guarde el abanico en mi kimono.
Después guarde el abanico en una mochila de cuero que Douma Sama me había regalado en dónde guardaba también kimonos y ropa para Inosuke por si hacíamos una excursión cuando él fuera grande.
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LA HERMANA MAYOR DE INOSUKE
Fanfiction(Reiko: niña bonita) Reiko Hashibira tiene ocho años cuando su madre Kotoha Hashibira muere en manos de la segunda luna superior. Ella deberá de cuidar de su pequeño hermano Inosuke y vengar la muerte de su madre para que está descanse en paz. Pd. L...