LA HERMANA MAYOR DE INOSUKE

Encuentros

[Reiko]

Hace unos días me enteré de la muerte del pilar de llama, me sentí muy mal, fui a la finca mariposa para ver cómo estaba mi hermano, pues me enteré que el también estaba en la pelea.
Él me abrazo muy fuerte y no paraba de llorar.

—Renkuro no debió morir— lloraba desconsoladamente Inosuke mientras me abrazaba fuertemente.

—Lo sé Inosuke, pero al menos el está en un lugar mejor ahora—acaricie su cabello con mi mano izquierda.

Después de dos semanas conviviendo con Inosuke tuve que seguir asiendo misiones.

—Respiración del amor Segunda Postura: Amor Angustiante — decapite a dos demonios que atacaban un pueblo cercano a Tokio.

Bebía el veneno de glicinas porque tenía sed, cuando escuché la risa de una voz que no escuchaba desde hace quince años, voltie mi mirada y frente a mí estaba ese bastardo.
No había cambiado nada seguía pareciendo un adulto de veinte años, usaba la misma ropa con la que lo recuerdo y ahora en sus ojos se veían los kanjis luna superior y el número dos.

—Así que mi pequeña hija se convirtió en cazadora—habló con su voz amable.

— Yo, no soy, ¡tu hija!— sujete con fuerza mi katana.

—Vamos pequeña vuélvete un demonio y olvidemos lo pasado hace quince años— abrió sus brazos.

—Me hice una promesa y la cumpliré— respiré hondo y desenfunde mi katana -Respiración del amor Sexta Postura: Brisa Amorosa De Patas De Gatito — Ataque.

El contra arresto el Ataque con sus abanicos y me atacó, esquivé rápido sus ataques con uso de mi flexibilidad. Mantuve la calma y no me dejé llevar por mis sentimientos de ira.
El amanecer estaba cerca debía aguantar, si yo no podía matarlo el sol lo haría.

Pero el se retiró dejándome unas heridas en los brazos y piernas que apenas pude llegar a la finca mariposa sin desmayarme.

Cuando estuve curada de mis heridas, me quedé unos días en la finca mariposa, uno de esos caminé al patio cuándo escuché un escándalo hecho por el pilar del sonido y los amigos de Inosuke se ofrecieron a ir con el a la misión.

— Yo también voy, dijiste que necesitabas a una mujer ¿Verdad?— el asintió y empezamos el viaje directo al distrito rojo.

Llegamos a una posada donde nos arreglamos o más bien yo tuve que arreglar a los chicos porque el pilar los dejo como payasos.

Ya habían vendido a Tanjirou y a mi hermano solo quedábamos Zenitsu y yo que entramos a la casa Kiogoku.

Me asignaron ir a llevar unos kimonos a la oirán de la casa, eran preciosos de finas telas y con detalles de flores.

—Warabihime Sama le traigo unos kimonos —cuando se asomo el olor a demonio llegó inmediatamente a mí era uno muy fuerte.

— Gracias querida— me sonrió y cerró la puerta.

Me fuí de ahí temblando, en la noche me encargaron ir por unas plantas y fui a buscarlas, un olor grotesco conocido llegó a mí.

—¿Qué quieres bastardo?—hablé molesta sin mirarlo solo seguía recogiendo las plantas.

—Solo quería ver a mi pequeña ¿Acaso no puedo?

—Hace quince años deje de ser tu pequeña— me fui del lugar dejandolo con las palabras en la boca.

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