Delta | YuWin [Adaptación]

26 - Bella durmiente

Caminando torpemente por el pasillo, arrastró los pies hasta que llegó al comedor.

-La bella durmiente despertó- escuchó, y miró con algo de odio al peligris que pasó junto a él, bastante alto, atractivo y muy parecido a Aeri para su gusto.

Un gruñido bajo hizo que el chico se encogiera un poco.

En menos de un segundo, sintió unos brazos rodearlo en un abrazo, apretándolo lo suficiente como para hacer parece una mueca en su rostro.

Enfocó su vista en el cabello negro de quien lo abrazaba.

-Chan, vas a romperme-murmuró, con apenas aire por la fuerza del abrazo.

Su hermano lo soltó al instante, alejándose un poco, para aún sosteniéndolo por los brazos, murmurando un "Lo siento" varias veces, mientras sonreía.

Yuta respiró el olor familiar del pelinegro, arrugó un poco la nariz, nunca había sido su aroma favorito, y era más fuerte de lo que recordaba.

El peliazul asintió, sonriendo, para luego que Sungchan dejará de pedir disculpas.

-¿Qué te has hecho en la cabeza? -murmuró, mirando aquel azul oscuro que lo hacía ver más pálido de lo que estaba.

-¿Y quién habla? Pareces estar en tu época emo-contraatacó.

Sungchan río, lo volvió a abrazar, Yuta hizo un esfuerzo para devolverle el gesto, el sueño se había despejado y su cuerpo volvía a doler, así que el sólo mover sus brazos le dolía.

Al separarse, el pelinegro frotó sus ojos, despejando una lágrima, cosa que de alguna manera le dolió a Yuta.

-Tienes que tomar algo- le dijo Sungchan, un poco más tranquilo-¿puedes caminar? ¿Te ayudó?

Yuta negó, por más que le hubiera servido la ayuda de su hermano, quería hacerlo solo, por orgullo.

Al llegar a la mesa, se sorprendió cuando Aeri acomodó una silla para que se sentara.

-¿Quieres un té?- preguntó la rubia-Normal, saborizado, con miel... ¿o prefieres una chocolatada?

Yuta pensó un momento.

-Creo que quiero algo que me haga más dulce... Chocolatada-dijo-, por favor.

Aeri asintió, fue hasta la cocina para preparar lo que le había pedido.

Al voltear, se encontró con la mirada de Sungchan sobre él.

-¿Sabe cuánto te extrañamos?

"Mierda" pensó, Yuta frunció sus labios en una mueca, sabiendo que el otro iba a empezar la conversación que no quería tener, no sabía si había creído que duraría más tiempo sin hablar del tema o qué, pero no se sentía listo.

-N-No puedo-

-ya lo sé, Yu- lo interrumpió-Dios, ¿Creías que no lo sabía? Nuestra familia es de las más importantes en Daegu, ¿Crees que no contrataríamos detectives privados? ¿O que no mandamos a unos cuantos a golpizas porque no querían hablar?