Yuta estuvo inquieto todo el camino, pero no fue hasta que estuvieron a un kilómetro de distancia que comenzó a sentir el llamado en su pecho.Un aullido bajo, lleno de pena.
Sabía que no era su lobo, y que era de Sicheng.
Al entrar a la casa no vió mucho más allá de la puerta de la sala, importándole muy poco el mundo.
Podía sentir el olor de Sicheng, cerca, fuerte.
Se olvidó de todo, del dolor de su cuerpo, o de su cabeza, cansancio pareció desaparecer, sólo recordó al gruñido que le había dedicado a otro chico que olía un poco a Sicheng, pero no le dió importancia.
Tenía que ir con su omega.
Pareció que hubiera estado ciego todo el camino hacia aquella habitación, porque no fue sino hasta que vió la cama, y el bulto en esta, que reaccionó.
Sus ojos se aguaron.
-Alfa...
Yuta se apresuró, casi corriendo hacia la cama, hasta subirse en ella, y en un movimiento rápido, tomando el cuerpo de Sicheng, abrazándolo con fuerza contra sí.
Yuta lloraba, de alivio, de alegría. Llevó su nariz hasta el cuello de Sicheng, aspirando su dulce olor.
El omega hizo lo mismo, con las mejillas húmedas y una sonrisa, frotando su rostro en el cuello del peliazul, dejando pequeños besos, embriagandose en su aroma.
Sicheng dejó de sentir frío, calentándose con la presencia de su alfa su abrazo, como si de una estufa se tratara.
Sicheng rió un poco, con alegría, y eso hizo sonreír al otro.
Yuta se apartó un poco para mirar su rostro, su sonrisa, sus ojos, besó su frente, sus mejillas, su nariz y sus labios, con gusto algo salado por las lágrimas, pero lleno de felicidad.
Las manos de Yuta bajaron al cuello de Sicheng, preguntando con la mirada.
-Si-dijo, con seguridad-, sí, porfavor...
Yuta dejó un casto beso en sus labios antes de mirar la curva entre su cuello y hombro, libre, ya sin ningún collar en el medio, dejó un par de besos hasta llegar allí, quería darle el cariño que se merecía y hacerlo suyo al mismo tiempo, abrió su boca, acomodando sus caninos sobre la piel.
Sintió a Sicheng tomar aire, buscó su mano y la apretó, al mismo tiempo que enterraba sus dientes en el omega.
Escuchó un jadeo, con algo de dolor en él, sostuvo su mano más fuerte, el sabor metálico de la sangre lo hizo asquearse un poco.
Pero por fin estaba pasando, y no podía sentirse mejor, la felicidad tapó ese sabor.
Sus corazones comenzaron a latir al mismo ritmo, sus pechos se llenaron de la mezcla de emociones, de alegría, de alivio, de paz, de amor, de ambos.
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Delta | YuWin [Adaptación]
FanfictionDonde Sicheng es el omega más deseado del momento y Yuta un delta solitario *ESTO ES UNA ADAPTACIÓN, LA OBRA ORIGINAL PERTECE A @Junchi95 Portada hecha por @holang_i20_06