Manipulación (Daniel Atlas y Tú)(Daniel Atlas) Los ilusionistas 2

Capitulo 8

Corrimos hacia el auto y nos subimos todos.

—Bien llevenme al mercado para que pueda entregarle esto al Ojo.

Nos estacionamos cerca del mercado y Taylor bajó detrás de mí.

—¿A dónde vas?

—No voy a quedarme -dijo

—Es justo lo que harás

Negó con la cabeza y se encaminó al mercado.
Se detuvo hasta un pequeño puesto para comprar una paleta y una para mi.

—Gracias

Alguien se abría paso entre la multitud.

—Atlas, hola -me saludó y luego miró a mi lado- Taylor

—Dylan

—Cometí un error, lo siento

—¿Qué haces aquí? -pregunté

—Vine a ayudarlos

—Gracias, pero no necesitamos tu ayuda

—Se que me equivoqué, ¿de acuerdo?

—Y pusiste nuestras vidas en peligro -dije volteando a ver a Tay.

—¿Y los demás?

—¿Y los demás? -repetí- No pueden verme contigo en este momento.

—Yo me encargo, ¿Si? -dijo- Aprecio que te hayas tomado el tiempo para tomar el control temporal.

—¿Si?

—Si, pero yo me encargo ahora

—¿Ah, si? -dije-Te ves un poco cansado, amigo.

—¿A quién esperas? -preguntó

—No espero a nadie —respondí

Avanzamos unos pasos.

—Me dijeron en la tienda que verías a alguien

—Okey, si. Voy a ver a alguien del Ojo -confesé- Si, aceptaron verme para cambiar una tarjeta informática por nuestras vidas. A eso hemos llegado, así que, gracias por ponernos en esta situación.

—¿Contactaste al Ojo? -preguntó

—SI—respondí

—¿Por qué contactaste al Ojo?

Me dí la vuelta.

—Atlas -me llamó- Atlas, dame la tarjeta.

—Dylan, ya no eres nuestro líder, ¿entiendes?. No eres nuestro héroe, no eres del FBI, no eres un mago. En realidad no eres nada.

Taylor me dió un codazo.

—Confiamos en ti por todo un año, así que si quieres ayudarnos. Si de verdad quieres ayudarnos, puedes irte.

—Entiendo, si. Adiós -dijo, dió media vuelta y se fue

—Daniel, ¿Qué haces? -preguntó Tay.

—Él ya no es nuestro líder, Taylor —respondí- Yo me encargaré de esto ahora, ¿de acuerdo?

Me dí la vuelta nuevamente, y estaba apunto de preguntarle algo a Taylor cuando ví como alguien se abría paso entre la multitud, pero esta vez no era Dylan.

—Hola, ¿Qué tal? -dijo Walter y volteé a mirar a Taylor quien también estaba confundida- Si, me llamaste a mi desde la tienda. Fue divertido pensar cómo sufrirías en el laboratorio para traermela aquí. ¿De verdad pensaste que me engañarías?

—¿Cómo lo hiciste?

—Todos tienen su botón, lo presionas y se ciegan -dijo y miró a Taylor- Y el tuyo obviamente es el ego. "Persevera, habrá grandes cambios. Confía en que tu gran habilidad no pasará desapercibida"

—Eras tu

—Si. Merrit descargó los archivos, pero, ¿Cómo crees que logramos encontrarlo? Tu teléfono. Colocaste tu teléfono en una plataforma extractora. Una vez más, la ciencia supera a la magia.

—Ya entendimos, eres listo -dijo Taylor fastidiada- Quieres la tarjeta.

—Si...

—No -dije

De inmediato sus acompañantes fueron a agarrar a Taylor por los hombros.

—¡No, dejenla!

Saqué la tarjeta para entregarla, pero Dylan se lanzó sobre mi.

—¡Dylan!

—Esperen, esperen -dijo Walter

—¿Enserio pensaste que te iba a dejar? ¡Dame la tarjeta! -dijo y me arrebató algo- Escucha, no vuelvas a cuestionarme, largo

Me empujó hasta un pequeño cuarto, pero había algo en mi saco. La tarjeta.

Me reuní con los otros.

—Chicos, chicos, oigan. Acabo de encontrar a Dylan y Walter quería quitarme la tarjeta, pero necesito volver por Taylor.

—No creo que eso sea posible -dijo Lula señalando un camión donde se veía una caja parecida a la de Lionel Shrike.

También llevaban a Dylan...y a Taylor.