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Jungkook observó la cama sencilla, Jimin temblaba por el frío, sus manitas se deslizaban por sus muslos con los nervios de punta.

—Jimin…

Ambos estaban en un pequeño hotel de parejas. Al principio fue una locura, pero Jungkook lo tenía decidido.

—Hyung…debe prometerme algo.  

Jeon le miró con sus cabellos húmedos tapando sus párpados. Jimin le miró con una suave sonrisa rota por sus lágrimas.

—Quiero que recuerde mi olor, mis ojos, mi piel y mis besos muy dentro de su corazón si usted llega a ser lo que no deseo.

—si eso llegará a pasar, te juro qué voy a guardarlas en mi alma siempre—el menor asintió acercándo sus manitas. Jungkook cerró sus ojos sintiendo la piel fría del menor en sus mejillas.

—quiero verlo sonreír, quiero ver su sonrisa una última ves Hyung. 

Jimin sabía que su mayor perdería toda expresión cuando supieran la realidad.

Jungkook le acarició tomando sus labios. Sus brazos lo rodearon sintiendo aquel apogeo en su pecho. Jimin lo abrazo dejándose llevar por sus caricias.

Sus manitas temblaban, su corazón palpitaba, y sus lágrimas se derramaban; pero su aliento no se terminaba al sentir la calidez del varón contra sus labios.

Dejó que el aliento caliente del mayor calentase su piel, que los dedos del varón le hicieran olvidar él nudo en su garganta. Qué la mirada de Jeon desvaneciera lo que su corazón sentía en ese momento.

Jungkook lo cargó hacía la cama, sus brazo rodearon la cadera del menor tomando asiento en él colchón frío. Sus manos quitaron la ropa húmeda, y sus cuerpos sintieron la delicadeza del vapor de sus pieles.

—¡Hyung!—Jimin jadeó pegando su frente con la del mayor.

—¡No lo digas!—pidió sintiendo los deditos del menor apartando su camisa de su cuerpo. La ropa cayó al piso y poco a poco aquellas pieles fueron acercando el calor. Jungkook le besaba con tanto amor que su corazón no dejaba de palpitar.

Las mejillas del menor se sonrojaron cuando sintió la fricción en su entrada. Sus ojitos se suavizaron cuando cedió al deseo de su cuerpo con los besos del mayor contra su piel. 

No habían palabras, solo dos cuerpos uniéndose, un dolor inexplicable para los dos y aquel deseo que tenían qué marcar en sus memorias. Jungkook sollozó abrazándolo, su cadera se movió penetrándolo. No podía seguir, sentía que no podía, no cuando de nuevo había encontrado calidez en los brazos de su menor.

Siempre que su corazón quiería amar, siempre que desea la felicidad, siempre su familia le arrebataba todo.

Jimin le tomó de las mejillas mirándole con amor—¡solo por esta ves ámame Hyung!—le beso abrazándolo de las piernas—¡solo deséame por esta ves!—suplicó.

Las manos del mayor se sostuvieron del espaldar de la cama. Park soltó un gemido doblando su espalda. Jungkook le besó la frente, los párpados, le besó cada centímetro de su rostro apaciguando las lágrimas del menor.

Apretó con fuerza la madera, sus músculos en la espalda se apretaron, su cadera se movía penetrando al menor. Jimin gemía mirándole con sus ojitos brillosos.

—¡Hyung, no pares!—suplicó aruñando la espalda desnuda del varón.

—lo siento Jimin—jadeó moviendo más rápido su cadera.

(…….)

Lisa se detuvo con su padre. La menor casi vomitó por correr demasiado. Wook tocó con fuerza el portón esperando debajo de la lluvia.

corazón en renta  (AUS) Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora