Mi alfa, Mi mate, Mi amor

Capítulo 5 -Mi verdadero ser

Freya POV

Me despierto por pitido de una máquina la cual me molesta, mi cabeza parece que me va a estallar, me quejo, trato de moverme, más no puedo, abro los ojos y la luz del día me ciega, provocando que los cierre de nuevo. Parpadeo poco a poco para acostumbrarme, noté que mis manos estaban atadas, traté de llamar a alguien, más mi voz no quería salir de mi garganta, me dolía demasiado.

-Me alegra que haya despertado señorita Sorensen. Sus amigos ya casi regresan – Un hombre con bata blanca entra, por lo que eh de suponer que es un médico.

-¿Dónde estoy? – Le pregunto lo obvio.

-En el hospital de Borgan, el alfa Viken la trajo aquí después de ser atacada. Es extraño que su cuerpo no sane como todos los mestizos, debe ser que es más humana que lobo... -No sé qué mierda está hablando este hombre, como si estuviera en capítulo de Teen Wolf.

-Doctor...ella no sabe de lo que le está hablando -Viken le hace un gesto de asentimiento y carraspea nerviosamente.

-Como ha despertado y ustedes están presentes, le informo señorita Sorensen, que le realizamos análisis de sangre como protocolo, ultrasonidos y tomografías para estar seguros de que los golpes que recibió no hayan comprometido ningún órgano y por la pérdida de sangre y bueno por su condición de ... no sabíamos si iba a necesitar una transfusión -El hombre me mira y esboza una mueca que no llegó a ser una sonrisa.

-¿Qué condición? –Pregunto por costumbre, sin embargo, me muero de preocupación, esta gente debe estar loca, hablan de mestizos, hombres lobo y otras tonterías, siento que esto es una pesadilla.

-Bueno, puedo suponer que no lo sabe y que todavía no ha presentado las reacciones habituales y el tema...- Viken y Frida interrumpe al doctor.

-Bueno, doctor déjese de rodeos que nos tiene con el alma en vilo, ya sabe que Freya desconoce muchas cosas igual que yo -El médico asiente, a la intervención de Frida.

-La señorita Freya, está en etapa de gestación. En otras palabras, está embarazada -Mi mente se congela y no necesito hacer un cálculo del tiempo, sé cuándo y con quien, el desconocido.

-¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? – Pregunto.

-Una semana, Freya – Me responde mi amiga.

-Aproximadamente cinco a seis semanas -La voz se me quiebras y me tapo la cara con mis manos, ¿Qué voy a hacer con un bebé? Sin trabajo, porque lo más probable que lo perdí, tras de ello, estoy en otra ciudad y sin donde vivir. Me tapo la cara, la vergüenza me carcome, no por el embarazo, sino porque no sé quién es el padre.

-Tranquila, señorita... según el ultrasonido todo está bien, parece que la criatura se aferra a la vida. A pesar de los golpes que recibió todo está bien con ambos. Tome las cosas con calma, ahora no puede preocuparse, ni tener emociones fuertes. La dejaré que descanse – El hombre hace intento de marcharse, pero yo le detengo.

-¿Cuándo podre irme? – El me mira con pena, debe suponer que no tengo pareja, ya que él no está aquí.

-Si todo siguen bien, en cuarenta y ocho horas podrá irse. Descanse -Y con eso se marcha. Miro a Frida y a Viken tomados de la mano. Que suerte tiene mi amiga.

-Freya, sé que debes estar preocupada y con la mente hecha un nudo. Yo me encargaré de Frida y de ti, nos iremos a mis tierras y ahí tú y tu bebe podrán vivir con nosotros como una familia -Me siento apenada por él, la verdad no quiero que seamos una carga.

-Freya, ¿Quién es el padre del bebe? Necesita saber que va a ser padre y hacerse responsable -Niego con la cabeza.

-No lo recuerdo. Estaba tan ebria y cuando salí de su habitación, ni siquiera recuerdo el nombre del hotel donde pasé la noche -Mis lágrimas vuelven a salir.